Me llamo Oli, soy una cachorrita de 3 meses que ha tenido muy mala suerte al ser abandonada al poco tiempo de nacer. Parezco totalmente un labrador, sino fuera por unas lindas manchitas blancas que tengo en la punta de mis patitas que hacen ver que no soy pura por lo que me está costando mucho trabajo encontrar un hogar definitivo donde me quieran. Ahora vivo con unas chicas que me han acogido pero a pesar de ser muy buena y aprender rápido lo que ellas me enseñan, solo me podrán tener hasta finales de mayo, si por esa fecha no hay una casa para mí tendré que ir a una protectora
Ah! Y también soy muy dormilona.