Canelo es un perro abandonado y que no ha tenido mucha suerte en la vida. Los dos vivimos en La Rioja, un poco a desmano del resto del mundo, y un día nos lo encontramos cerca de casa, flaco, perdido, con la desconfianza hacia los seres humanos grabada en su triste mirada. Se venía con nuestras perritas, y poco a poco empezó a confiar.
Le dábamos de comer todos los días, le llevamos al veterinario y le pusímos vacunas, pipetas, antiparasitarios. Podéis preguntar el por qué no nos lo quedamos…Tenemos dos perras que también en su día fueron abandonadas y recogimos, una es bastante mayorcita y requiere un montón de cuidados. Y Canelo es el séptimo perro que recogemos. Los vecinos no tienen sitio, o no están, o no quieren. Y Canelo no es un perro de caza ni de guardia, es un chucho, no es el cachorrito encantador que veis en el escaparate de la tienda de animales. Pero Canelo no tiene la culpa de ser un chucho. Confió en nosotros, y en una campa poco transitada detrás de un caserón, le hicimos una caseta. Allí ha estado casi un año, sin echar de menos casi nada, ni demasiadas atenciones ni demasiadas pocas, libre y bastante feliz.
Me estoy alargando mucho y no quiero. Un gilipollas integral y alcalde del pueblo, valga la redundancia, nos tiene algo de ojeriza a las personas que cuidamos de Canelo desde que se nos ocurrió presentarnos a las elecciones municipales para denunciar su arbitrariedad inmobiliaria. Además el buen hombre tiene su megachalet construido en una finca rústica (hasta que llegó a alcalde, claro) cerca de la campa donde vivía Canelo. Hizo venir a los empleados de la perrera un sábado y se lo llevaron. Lo rescatamos de la perrera y buscamos un dueño. Recurrimos a protectoras de animales y particulares, y cuando estábamos a punto de darnos por vencido, un vecino del pueblo aceptó quedárselo a cambio de que le comprásemos comida para sus otros perros.
Ahora se ha cansado de Canelo, y le ha echado de su casa, sin más. Decía que no se llevaba bien con otro perro, otro pobre al que tiene atado y abandonado a su suerte. Lo dudo. Sus razones tendrá, pero creo que el que maltrata a un perro no merecería tener ninguno.
Mañana o pasado, si no lo remedia nadie, se lleva la perrera, otra vez, a Canelo. Canelo no es un perro fácil, tal vez. Es un chucho de unos tres o cuatro años, flaco, desconfiado, al que le cuesta bastante dar cariño. No es un perro que se pueda tener en una casa o en un piso, nunca ha estado ni se podría acostumbrar, es un ser libre.
Pero Canelo es bueno, es fiel, es noble, se hace quere. Y necesita una oportunidad. La merece. Es un buen chucho. Por eso os pido, que si conocéis a alguien que tenga una finca, un cercado, cualquier sitio con otros perros, se lo digáis, le habléis de Canelo. Nunca se sabe, y su futuro está tan limitado… El perrito está vacunado, tiene chip, desparasitado, sano. Llevaría debajo del brazo no un pan, sino la comida de los próximos seis meses, de eso me encargo yo, también de llevarle a cualquier punto de España.
Sé que no me conocéis, ni conocéis a Canelo, que este no es el foro, pero…Canelo necesita un dueño, y sé que hay alguien por aquí que seguramente necesitará a Canelo.
Gracias a todos, ya, ya sé, perdón por el tocho. Estaré por aquí por si alguien conoce a alguien que quiera a Canelo.
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