Este tiburón, cuya especie se remonta a unos 80 millones de años, tiene la cabeza y la cola como la de un escualo, aunque su cuerpo es más parecido al de una anguila, y dispone de unos 300 dientes repartidos en 25 hileras. Este ejemplar ejemplar hace unos dos metros de largo, fue cojido cerca de los lagos Entrance, en el estado australiano de Victoria, y según Simon Boag, de la Asociación de Pesca con Red del Sureste, es la primera vez que se recuerda que este animal haya sido avistado.
Los científicos de la Organización para la Investigación Industrial y Científica de la Mancomunidad de Australia (CSIRO) confirmaron que se trata de un tiburón con volantes, una especie conocida por la comunidad científica, pero raramente avistado por los pecadores. Normalmente este animal ha sido visto en profundidades de más de 1.200 metros, aunque este ejemplar estaba a unos 700 metros.