Mirando por internet, por casualidad di con una página de un clínica veterinaria, en ella había guias sobre los cuidados básicos de varios animales, ésta del conejo me ha parecido interesante y que a mucha gente le podría venir bien para aprender más sobre este animal tan delicado. Así que la copio:
Los conejos son la mascota ideal para gente que quiere un animal tranquilo y cariñoso. Aunque al principio suelen ser bastante asustadizos, si se les acostumbra desde pequeños al contacto con humanos y no sufren experiencias estresantes, acaban cogiendo confianza y perdiendo ese miedo inicial. Además, son unos animales muy limpios que aprenden incluso a orinar y defecar en cajones, por lo que pueden estar sueltos por la habitación sin ensuciarla. Sin embargo, no deberán estar nunca sueltos en una habitación sin supervisión, pues son muy aficionados a roer cables y pueden electrocutarse.
Los conejos tienen un esqueleto muy frágil y unas extremidades posteriores muy fuertes, y si no tenemos cuidado al cogerles en brazos pueden lesionarse la columna vertebral. Por este motivo al coger al conejo siempre debemos pasarle una mano por detrás de las extremidades anteriores mientras la otra mano sujeta las extremidades posteriores, evitando así que pataleen en el aire y se hagan daño en la espalda.
A pesar de que los conejos no son roedores (pertenecen a la clase de los lagomorfos), sus dientes también tienen crecimiento continuo a lo largo de toda su vida, así que deben tener a su disposición heno y materiales para roer (bloques especiales para roedores de madera o calcio), de forma que se los limen y no se lesionen la mucosa oral.
Existen muchas razas distintas de conejos y el tamaño adulto varía mucho entre unas razas y otras. Así, un conejo enano holandés pesará aproximadamente 1 Kg. de adulto, mientras que el gigante flamenco puede llegar a los 8 Kg. Por lo general, el conejo común pesa unos 3-4 Kg. de media. La vida media de un conejo es de 7-12 años.
Alojamiento
La jaula de los conejos debe ser suficientemente espaciosa como para que puedan moverse con libertad por ella. Normalmente se estima que debe tener de superficie unos 0,4 m² para un conejo de tamaño medio, pero a partir de esa medida, cuanto más grande sea, mejor.
En cualquier caso, debemos dejar suelto a nuestro conejo por casa todos los días al menos un rato, siempre bajo estrecha vigilancia o en una habitación sin cables. Como ya hemos dicho antes, son unos animales muy limpios, y lo ideal sería que utilizasen su jaula casi exclusivamente para dormir, estando el resto del tiempo sueltos. También existen arneses y correas especiales para sacarles a la calle, pero si disfrutan de suficiente libertad por casa, el paseo por la calle es opcional.
Hay jaulas para conejos muy distintas, tanto en tamaño como en forma, puedes elegir la que más te guste. Lo importante es que el suelo de la jaula no sea de rejilla, que sea una superficie lisa, impermeable y fácil de lavar, tanto si es de plástico como de metal. La jaula deberá limpiarse dos o tres veces por semana, dependiendo de la absorción del sustrato que usemos para el suelo. Además de cambiar el sustrato es importante lavar bien el fondo de la jaula con agua y jabón y luego aclararlo bien para que no queden restos. Las paredes de la jaula deben permitir una buena ventilación para que no se acumulen vapores de urea, que son perjudiciales para nuestro conejo.
El sustrato para el suelo de la jaula debe tener una absorción buena, el serrín que se usa para hámster no es suficiente. Actualmente, en el mercado existen dos tipos adecuados: el conglomerado de madera especial para roedores y los gránulos de maíz. Debemos fijarnos en si el conejo se los come, porque a veces ingieren demasiados granos y se sacian, por lo que no comen su comida y acaban desnutridos. Si es así, cambiaremos un sustrato por otro, ya que cualquiera de los dos es igual de bueno.
NUNCA debemos usar para el suelo de la jaula arena de gatos o sepiolita, por tres razones:
1.- El polvo que sueltan puede dar lugar a afecciones respiratorias graves, porque los conejos están siempre a ras de suelo.
2.- La dureza y aspereza de estas arenas les produce heridas en las almohadillas muy difíciles de curar.
3.-.- Los conejos tienen tendencia a mordisquear todo lo que está a su alcance y las probabilidades de que se traguen granitos de arena son muy altas. Esto daría lugar a una obstrucción intestinal que sólo puede solucionarse mediante cirugía.
Es importante que la jaula esté situada en algún lugar ventilado y fresco, pero sin corrientes. Hay que evitar zonas muy calurosas, como las proximidades de los radiadores, y no debemos dejarlos al sol en verano, pues son muy sensibles al calor y sufren golpes de calor muy fácilmente. El rango óptimo de temperaturas oscila entre 12-20 ºC.
Les gusta tener a su disposición escondrijos y “cuevas” donde estar tranquilos, y si viven en el exterior, deben tener siempre alguna zona de sombra para resguardarse del sol. También les gusta jugar con sus dueños y es muy fácil fabricarles en casa pequeños juguetes para que se diviertan, siempre teniendo cuidado de que no se los puedan comer.
Alimentación
En la naturaleza los conejos se alimentan básicamente de hierbas y hojas de plantas. Su aparato digestivo esta adaptado a esta alimentación y debemos intentar darles una alimentación parecida en cautividad. Por este motivo, el alimento básicopara un conejo es el heno. Deben disponer siempre de heno fresco y limpio y pueden comer toda la cantidad que quieran, ya que no les engorda en exceso y favorece el limado de los dientes y el tránsito intestinal. Debemos asegurarnos de cambiárselo todos los días.
Como complemento al heno conviene darles pienso para conejos en pellets. La cantidad diaria recomendada varía según el peso del conejo, pero en general, con dos cucharadas soperas rasas de pienso tienen suficiente. Las mezclas de semillas que se comercializan para conejos no son recomendables porque les ralentizan el transito intestinal y tienen demasiada grasa, por lo que les producen obesidad.
Como capricho, se les puede dar una vez al día algún trozo de verdura, siempre cruda y bien lavada. Sin embargo, no debemos darles lechuga, pues tiene muy pocos nutrientes y sólo sirve para saciarles, ni frutas jugosas (como peras, ciruelas,…), porque les alteran la flora intestinal, especialmente importante en estos animales. Son buenas opciones los pimientos, las espinacas, el tomate, los berros, las acelgas, el apio,…
Deben disponer siempre de agua limpia y fresca. Los bebederos tipo biberón son los más apropiados, ya que evitan que el conejo tire el agua y manche la jaula. Además, es el modo más fácil de mantener el agua limpia.
Los conejos se acostumbran a un tipo de alimentación cuando son pequeños y luego es muy difícil cambiarla, pudiendo dejar de comer y beber durante días por este motivo. Por eso es importante acostumbrarles desde pequeños a una alimentación sana. Para cambiarles la alimentación una vez que son adultos debe hacerse paulatinamente y a lo largo de varios días. Un conejo no debe pasar más de un día y medio o dos días sin comer; si se produce esta situación, llévalo rápidamente al veterinario.
Es importante tener en cuenta que los conejos son animales coprófagos. Su intestino produce dos tipos distintos de heces y necesitan comerse uno de esos tipos. Normalmente realizan la coprofagia durante la noche o a primeras horas de la mañana, así que es difícil verles. Además, comen las heces directamente desde el ano y normalmente no las veremos en el fondo de la jaula. Esta práctica es absolutamente necesaria para los conejos, pues les aporta vitaminas y proteínas que no pueden ingerir con la dieta normal, así que nunca debemos intentar evitarlo. Es más, si aparecen heces pequeñas, redondeadas y húmedas en el suelo de la jaula o pegadas al pelo del conejo entre las patas traseras, debéis acudir al veterinario.
Reproducción
Los conejos alcanzan la madurez sexual a las 16-24 semanas de vida (las razas pequeñas son algo más precoces que las grandes y las hembras son más precoces que los machos). Los conejos tienen un ciclo sexual poliéstrico, lo que significa que tienen varios celos a lo largo de todo el año. Tienen el celo cada 12-16 días, y suele durar 1-2 días.
El comportamiento de la hembra varía durante el celo, se vuelve más activa y nerviosa y arquea la espalda se le pasamos la mano de delante hacia atrás. Además, la vulva suele inflamarse y se vuelve rojiza y la hembra acepta al macho.
La ovulación en conejos es inducida por la monta, por lo que, si se produce copula, las probabilidades de que exista gestación son de casi el 100%. Si la monta no se produce correctamente, o si la coneja es montada por otra hembra, tendrá lugar la ovulación de todas formas, de modo que la coneja desarrolla una pseudogestación que suele durar unos 18 días, en los que se produce cierto desarrollo de las mamas y la coneja empieza a preparar el nido. Algunas hembras desarrollan pseudogestación incluso sin convivir con otros conejos. Si ésto ocurriera, acuda a su veterinario.
Si la monta tiene éxito, la gestación dura entre 30-33 días, y la hembra comienza a preparar el nido hacia la última semana de gestación, arrancándose pelo de la papada y los flancos. Aunque la piel de la zona puede inflamarse un poco, es un comportamiento normal y no debe evitarse. Las crías nacen desnudas y con los ojos cerrados y durante las 3 primeras semanas no se debe molestar a la hembra y su camada más que para cambiarles el agua y la comida y para limpiar la jaula. El nido no se debe limpiar para evitar que la madre rechace a las crías, ya que las reconoce por el olor. Normalmente la hembra dará de mamar a sus crías sólo una vez al día durante 3-5 minutos.
A partir de las 3 semanas las crías empiezan a salir del nido, y el destete se realiza a las 7-8 semanas, aunque las crías empezarán a picotear de la comida de la madre unas semanas antes.
Normalmente las hembras dejan de tener celos durante la gestación y lactación por el estrés que les produce.
Si en cualquier momento de la gestación, proximidades del parto o lactación, la hembra se mostrase apática o dejase de comer, acuda rápidamente a su veterinario.
IMPORTANTE: Las conejas que no se dedican a criar desarrollan muy frecuentemente tumores uterinos, por lo que es recomendable esterilizarlas antes de los dos años de edad.
Vacunas y observaciones
La MIXOMATOSIS es una enfermedad vírica exclusiva de conejos que se caracteriza por conjuntivitis e inflamación de párpados, labios y cabeza y por la aparición de vesículas oscuras llamadas mixomas. Es una enfermedad mortal que se desarrolla en 2-8 días tras el contagio y produce la muerte del conejo en 11-18 días, y para la que no existe tratamiento. Se transmite mediante la picadura de mosquitos y pulgas portadores del virus, por lo que cualquier conejo es susceptible de contraer la enfermedad, ya viva dentro o fuera de casa.
La única manera de prevenirla es mediante la vacunación. Hay que tener en cuenta que la vacuna puede producir en algunos casos mixomas aislados que desaparecen en una o dos semanas, y que si el conejo ya está infectado de mixomatosis al vacunarle, desarrollará la enfermedad de una forma más aguda de lo normal, y la muerte se producirá antes.
Existen distintas pautas de vacunación. En la clínica veterinaria La Avanzada la que usamos es la siguiente:
1.- Primovacunación a los 2-2,5 meses de edad.
2.- Refuerzo 3-4 semanas después de la primera dosis.
3.- Revacunación anual.
En hogares en los que el conejo convive con otros animales conviene tener en cuenta que los conejos pueden ser portadores de Bordetella bronchiseptica, un microorganismo que en conejos produce trastornos respiratorios leves o cursa de forma asintomática, pero que es patógeno para cobayas, perros, gatos y cerdos. Hay que tener cuidado con los conejos nuevos que introducimos en casa, mantenerlos en cuarentena durante una o dos semanas, y vigilar posibles síntomas respiratorios. Si no manifiestan síntomas en este tiempo, podemos empezar a juntarles con nuestros otros animales. Si posteriormente alguno de los otros animales empieza a manifestar síntomas respiratorios, llévelo al veterinario y no dude en comentar que tiene un conejo recién adquirido en casa.