Se han encontrado entre tres y cuatro toneladas de peces muertos, sobre todo: ejemplares de zalemas, y la mayor parte de ellos muertos o moribundos en el puerto de Órzola, al norte de la isla de Lanzarote sin que por ahora se conozcan con certeza las causas de la muerte masiva.
La presencia del pescado ha propiciado la presencia de una gran cantidad de gaviotas, que "están realizando un importante trabajo de limpieza", según el alcalde.
Torres Stinga señaló que en la zona hay actualmente una gran cantidad de sebas en descomposición, circunstancia que ha generado focos de malos olores, aunque se desconoce si este hecho puede tener alguna relación con la muerte de los peces.
En este sentido, explicó que una de las hipótesis que se baraja para explicar lo que está ocurriendo es la presencia en la zona de una gran acumulación de sebas en el fondo, las cuales para descomponerse necesitan una gran cantidad de oxigeno, generando al mismo tiempo importantes emisiones de gas metano, que podría explicar las muertes masivas.