Los Bomberos de Mieres del Camino, rescatan bajo el puente de La Perra de Mieres a un cérvido que había sido arrastrado por la corriente del río Caudal y que fue avistado por una paseante
Cecilia López cruzaba el puente de La Perra de Mieres andando y con prisa. Miró al río y por un momento pensó que tenía alucinaciones. Al principio veía una espacie de tronco con forma animal que la fuerte corriente del río Caudal arrastraba. Afinó la vista y la sorpresa fue mayúscula, era un corzo que luchaba por librarse de las aguas. «Vi que se refugiaba en una isla que deja el río justo debajo del puente y llamé al 112 sin dudarlo. Saqué la cámara de fotos, porque no podía creer lo que estaba viendo, y lo retraté», relató Cecilia López.
La noticia de la aparición del animal en el Caudal, a pocos metros del centro de Mieres, corrió como la pólvora y pronto numerosos vecinos se acercaron hasta el lugar del hallazgo. El animal estaba nervioso, pero no se movía mucho. Hasta la zona se acercó una dotación de Bomberos de Asturias con base en el parque de Vega de Arriba de Mieres y una patrulla de la Policía Local. «Pusieron una escalera para bajar al río y acercarse al animal. Uno de los bomberos llegó hasta su altura y empezó a acariciarlo para tranquilizarlo y desde arriba le gritaban que lo cogiera ya, que se iba a escapar. Pero el bombero sabía muy bien cómo hacerlo y al final logró agarrarlo para sacarlo a la superficie», comentó Cecilia López, que tras el rescate no dudó en sacarse una foto con el corzo. No todos los días se convierte una en salvadora de la fauna autóctona. «Lo primero que pensé fue cómo pudo llegar el pobre corzo nadando hasta allí», afirmó Cecilia López.
Uno de los bomberos que rescataron al animal fue Eduardo «Lalo» González, quien comenta que «es habitual tener que hacer este tipo de rescates en el río, aunque lo normal es que sean perros que se caen al agua y hay que sacarlos. Lo del corzo es la primera vez que nos pasa». El bombero, natural de Grado y uno de los piragüistas más reconocidos de Asturias, apuntó que cuando consiguió acercarse al animal «lo principal era que no se asustara y se escapara».
González comentó que, «además de estar aturdido y asustado, el corzo parecía que tenía bastante frío. Al llegar a su lado, lo acaricié en la cabeza durante unos minutos para calmarlo y después quedó más tranquilo, momento que aprovechamos para sacarlo del agua». El bombero explicó que «para subirlo desde el río le atamos las patas y entre dos compañeros nos apañamos para sacarlo de allí sin mayores problemas», comentó González.
El bombero destacó que el de ayer fue el rescate más singular que han realizado en el río Caudal. De todas formas, la alerta más curiosa fue hace unos años, cuando recibieron varios avisos de viandantes que habían avistado un oso en el cauce fluvial. Sin embargo, cuando acudieron a la llamada no encontraron el animal.
Tras el rescate, el corzo fue custodiado por un guarda forestal y por la tarde fue puesto en libertad. En torno a las tres y media de la tarde, dos miembros de la asociación de cazadores y el guarda forestal que lo custodió lo trasladaron hasta Olloniego, donde procedieron a soltarlo en el coto de la zona.
Si ayer fue un corzo el animal que tuvo que ser rescatado del Caudal por los Bomberos, hace justamente hoy dos meses, el 11 de diciembre de 2008, el mierense Kike Álvarez tuvo que rescatar del cauce fluvial a su perro «Che». El animal bajó por las escaleras del puente de La Perra y se sumergió en el agua. Sin dudarlo, su dueño siguió el trayecto del perro desde la margen del río, hasta que éste quedó atrapado en unas rocas. Con la ayuda de su primo , Álvarez descendió al río con una cuerda y logró rescatar a su can.
Un gran aplauso para Celia y los bomberos de Mieres.
Es una alegria que pensar que aun se hacen buenas obras con la única recompensa que hacer un bien a un ser vivo.
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