El Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos (NIH, en sus siglas en inglés) informó ayer de que reducirá sustancialmente el uso de chimpancés para la investigación científica federal, alegando que son los animales más próximos a los humanos y necesitan y merecen un trato especial; “estos animales comparten el 99% del ADN con nosotros», indicaron.
En total, en los próximos año, se retirarán 310 ejemplares de los 360 que tiene en propiedad y se mantendrán en laboratorio 50, «por si fuera necesario utilizarlos para estudios cruciales que no se podrían realizar de otra manera», añadieron. En cinco años, el NIH volverá a hacer una nueva revisión sobre este último grupo.
Tras 50 años de investigación con chimpancés, la decisión del NIH se esperaba desde hace tiempo, tras numerosas presiones de grupos protectores de los animales y después de la publicación de un estudio, elaborado por el Instituto de Medicina (IOM, por sus siglas en inglés),que aconsejaba el fin de la investigación con los primates. No obstante, el NIH no aceptó todas las recomendaciones, ya que el organismo rechazó este miércoles, por ejemplo, la obligación de que cada animal contara con unos 93 metros cuadrados de espacio vital.
La iniciativa cierra un periodo de más de dos años de deliberaciones entre miembros del NIH, expertos independientes, investigadores, bioéticos y miembros públicos. En la mayor parte del mundo ya se ha puesto fin a este tipo de experimentación.
«Estos animales ya nos han aportado todo lo que era necesario y los estadounidenses se han beneficiado de su servicio». Los nuevos métodos y tecnologías científicas han hecho innecesario su uso en la investigación. Su parecido con los humanos les hace muy valiosos, pero también exige una mayor justificación para su estudio», aseguró el director del NIH, Francis Collins, en rueda de prensa.
Según Collins, «esta decisión marca el inicio de una era compasiva con estos animales». Cualquier estudio biomédico con chimpancés, seanestos propiedad del Gobierno o no, «se admitirá bajo estrictas condiciones, que serán revisadas por un comité de expertos», según señaló el organismo.
«Este es un momento histórico para Estados Unidos y, sobre todo, un punto de inflexión vital para la vida de estos chimpancés que han pasado más de medio siglo en laboratorios», explicó, Wayne Pacelle, presidente de la Sociedad Protectora de Animales de EE UU a la agencia AP. «La decisión es crucial para conseguir que centenares de estos animales sean liberados», añadió.
Lo que no aclararon es el lugar donde pasarán estos chimpancés sus últimos años de ‘jubilación’. De momento, el NIH ha informado de que podría mandar a algunos de ellos junto a los 150 ejemplares que ya se encuentran en el Santuario Nacional, operado por Chimp Haven, en el noroeste de Luisiana. En este hábitat, los animales pueden socializar libremente, trepar por los árboles, explorar y entretenerse en distintas zonas de juegos. De acuerdo con una ley del Congreso de EE UU, los chimpancés que son trasladados a un refugio no pueden volver a ser utilizados para investigación.
Desde el NIH informan de que, de momento, el espacio para dar cobijo a los 310 animales es muy limitado. Se están explorando localizaciones adicionales y viendo si los laboratorios que cuentan con chimpancés disponen de un hábitat similar al santuario anteriormente citado.
El mayor problema de esta histórica iniciativa es el coste, puesto que el Congreso de EE UU limitó el gasto del NIH destinado al cuidado de estos animales. «Todo el mundo debe entender que esto no es algo que vaya a suceder pronto», advirtió Collins.
La decisión del NIH llega dos semanas después de que el Departamento de Pesca y Vida Salvaje de EE UU (Fish and Wildlife Service) hiciera un llamamiento público para proteger a todos los chimpancés. Este organismo propuso clasificar tanto a los salvajescomo a los que viven en cautiverio como especie en peligro de extinción.
La decisión no ha gustado a todo el mundo. El Centro de Investigación Biomédica de Texas aseguró que mantener tan solo 50 ejemplares en los laboratorios no es suficiente y podría obstaculizar los esfuerzos para combatir «ya no sólo enfermedades humanas, como la hepatitis B y C, que matan a más de un millón de personas cada año, sino también aquellas que acaban con la vida de los monos, como pueden ser el Ébola o el sida en chimpancés que están matando a miles de ejemplares».
Además, este centro añadió que “trasladar a estos animales al santuario federal provocaría una separación traumática de los mismos con sus cuidadores, una relación que para muchos de ellos representa toda su vida». «Si el número de chimpancés cae por debajo de la cincuentena, ya que los animales mueren por causas naturales, el ritmo de la investigación se ralentizará aún más, provocando más muertes por las demoras que podría conllevar en la elaboración de nuevos medicamentos y vacunas», concluyó el centro de investigación.