Un prestigioso antropólogo chino afirma que el hombre prehistórico chino se alimentaba de carne de oso panda, animal que habita en las montañas del centro de China desde hace decenas de miles de años.
El director del Instituto de Paleontología y Antropología de las Tres Gargantas, Wei Guangbiao, aseguró el diario online chino Sina.com que existen huellas de cortes hechos por humanos en restos de pandas y añadió que el hombre prehistórico solo mataba animales por necesidad, por lo que llegó a la conclusión de que eran alimento de los humanos. «Cuando los chinos del centro del país acuden a los restaurantes suelen bromear preguntando al camarero si hay panda en el menú, pero entre sus antecesores prehistóricos no era una broma», señala el artículo de Sina al relatar el descubrimiento. Wei hizo público este descubrimiento en el ensayo «El origen del oso panda», que fue premiado la semana pasada por la Asociación de Escritores de Ciencias de China y ha causado sorpresa en la comunidad científica nacional. El oso panda, en peligro de extinción, tiene su hábitat exclusivamente en China, donde se calcula que hay unos 1.600 ejemplares en libertad. El gigante asiático empezó en 1953 a rescatar pandas salvajes para protegerlos, criarlos en cautividad y devolverlos a su hábitat natural.