La capacidad de departir educadamente, mostrando respeto y silencio cuando es otro el que interviene, no es una cualidad única de las personas. Investigadores de la Universidad de Princeton ( EE UU) han observado que los monos titíes respetan el turno de palabra y que utilizan normas de educación durante sus conversaciones, parecidas a las humanas.
El estudio, publicado hoy en Current Biology, indica que esta actitud es característica de estos primates ya que los grandes simios no se turnan cuando se comunican.
“Los monos titíes se respetan y usan reglas similares a las que utilizamos las personas durante las conversaciones”, asegura a SINC Asif Ghazanfar, investigadora de la Universidad de Princeton y una de las autoras del estudio. “Estos monos son muy sociales, mucho más que los chimpancés”, destaca Ghazanfar.
Los científicos se mostraron especialmente interesados en los monos titíes por que poseen dos características parecidas a los seres humanos: son una especie muy sociable y amistosa, y sus individuos se comunican gracias a la producción de sonidos vocales. Según la hipótesis de los científicos, estas cualidades les permitirían mantener autocontrol y respeto para establecer una comunicación con ciertas normas.
«Esta cualidad se parece mucho más a las conversaciones mantenidas entre humanos que a las comunicaciones entre animales, tales como aves, ranas o grillos, especies en las que el ‘diálogo’ está vinculado al apareamiento o la defensa territorial”, explica Ghazanfar.
Para comprobar su teoría, se colocaron diferentes titíes en las esquinas de una habitación, de manera que pudieran oírse pero no verse, y registraron los intercambios que se produjeron durante un tiempo de 30 minutos a una hora.
En el experimento, los investigadores observaron que estos primates no se comunican a la vez sino que esperan unos cinco segundos tras cada respuesta.
La investigación tenía entre sus objetivos estudiar los orígenes evolutivos de la comunicación entre los diferentes miembros de un grupo de titíes. “Estos monos son ‘criadores cooperativos’, como los seres humanos, es decir, todos comparten el cuidado de los hijos pequeños”, recalca Ghazanfar.
Trastornos en la comunicación
Los expertos subrayan que son “un excelente modelo animal” con el que investigar los orígenes evolutivos de la comunicación vocal y que puede ayudar a localizar por qué suceden los trastornos en la comunicación humana.
Además, el estudio asegura que, a pesar de que tanto humanos como titíes provienen de ramas evolutivas distintas, los datos indican que existe una ruta parecida en el progreso y desarrollo de las capacidades de comunicación vocales sin utilizar gestos. “Las hipótesis gestuales son muy populares y nuestros datos se contraponen a algunas de esas teorías”, argumenta Ghazanfar.