Algo tan inconsciente, simple y cuotidiano en nuestro día a día como abrir el grifo de agua para lavarse los dientes, cocinar, limpiar o ducharse, puede que sea un regalo en otras partes del mundo.
La realidad es que en nuestra sociedad ya no valoramos esos pequeños lujos que comprenden la parte más básica de la pirámide de Maslow. ¿Sabéis que en promedio una persona consume de forma directa o indirecta 190 litros de agua al día?. ¡Y más de 2/3 del agua consumida se consume en el baño! La descarga de un inodoro consume entre 7.5 y 26.5 litros de agua, y una ducha de 5 minutos equivale a unos 100 litros consumidos.
¿Hay agua de calidad para todos?
La realidad es que el agua es un bien mal repartido y cada vez más escaso. Aproximadamente 1.100 millones de personas en el mundo carecen de acceso directo a fuentes de agua potable. ¡Eso es aproximadamente un 17% de la población mundial!.
La realidad es que millones de mujeres y niños cada día han de andar más de 10 km para conseguir llegar a fuentes de suministro de agua, de los cuales más de 3,5 millones mueren anualmente por enfermedades relacionadas con la calidad del agua.
Es importante que ayudemos a los países en vías de desarrollo a saber utilizar y potabilizar el agua desde su estado natural. Por ejemplo, saber aprovechar el agua de la lluvia.
¿Qué podemos hacer nosotros?
Podemos pensar, erróneamente, que yo como ser individual poco podré hacer para cambiar las cosas. Pero la realidad es que si todos pensamos igual, ¿cómo cambiaremos algo? Los cambios los empiezan las personas, que poco a poco, van concienciando a los demás, hasta que se convierte en un movimiento de cambio con impacto real.
De esta forma, intentemos ahorrar agua en nuestra vida cotidiana y ayudemos a aquellos países en los que sus gentes más lo necesitan. En Wikifaunia, y después de investigar sobre la temática, queremos recomendar el programa de Oxfam Intermón.
Si quieres saber cómo actuar y ampliar tu conocimiento sobre la temática, te recomendamos el libro gratuito siguiente