• Este debate tiene 8 respuestas, 5 participantes y ha sido actualizado por última vez el hace 13 años, 10 meses por Anónimo.
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  • #4335
    Anónimo
    Inactivo

    Hola!!! mirad, tengo un problema:
    Hace unos 6 meses compre una chinchilla hembra, pero parece que no se termina nunca de acostumbrar a mi :S. La saco todos los días, la cuido… Sin embargo, lo unico que he conseguido en 6 meses es que se me suba al hombro… Se acerca a mi, pero en cuanto ve que me acerco a ella sale corriendo (y eso qe le doy un premio cada vez qe se qeda al lao mia). ¿que hago pa que se acostumbre a mi??? muchas gracias :mrgreen:

    #27261
    Anónimo
    Inactivo

    No controlo mucho el tema, pero creo que es raro que no se acostumbre que ti con el tiempo. Intenta darle comida y tratarla bien para que se acostumbre a ti.

    De todas formas la usuaria tama_25 sabe bastante de estos temas! Ella te podría ayudar más.

    Salud

    #27262
    Anónimo
    Inactivo

    gracias, ya le pregunto <img decoding=» title=»Wink» />

    #27263
    Anónimo
    Inactivo

    Bueno por lo que leo te ha tocado un mundo de desconfianza. Lo que estás haciendo está bien, dándole premios cada vez que está al lado tuyo. Por preguntar, ¿qué le das como premio?
    El echo de que no te tenga aun la confianza necesaria no significa que no la vaya a tener, ¿cuánto tiempo le dedicas a su educación?

    #27264
    Anónimo
    Inactivo

    todos los dias estoy con ella de 3 cuartos de hora a una hora, lo que hago es que, cuando le acerco la mano y no sale corriendo, le acerco un trozo de pasa (que e leido en muchos sitios que es la golosina favorita de las chinchillas) o de una galleta maria (tambien e leido que les gusta mucho tanto la manzana como la pera). La verdad es que se pasa mucho tiempo cerca mia (aunque me parece que es para usarme a modo de escalera XD), pero cuando soy yo el que trata de acercarse a ella, es dar un paso adelante y ponerse ella a correr por todo el cuarto como loca. A que puede deberse?
    Muchas gracias, y un salud!

    #27265
    Anónimo
    Inactivo

    Aver si tama nos ayuda, porque mi hermana tiene un hamster y mas o menos le pasa igual.. es de puntazos y no hay quien se acerque a ella, a mi ya me ha mordido y desde entonces ni acercarme!!

    #27266
    Anónimo
    Inactivo

    Trata de no darle tantas pasas y galletas ya que al ser muy dulces les sentará mal. Dale fruta de la que me comentastes.
    El tiempo que pasas con ella es lo idóneo. LO que te sugiero es que al darle las cosillas en la mano se la des desde a ras del suelo ya que nosotros somos más grandes que ellos y como que es normal que se asusten. Siéntate en el suelo deja que te huela, dale la comida diaria en la mano, nada de plato y deja que te huela completamente.
    Así hasta que ella misma la veas tan tranquila, después puedes intentar el siguiente paso que sería el que nosotros acemos normalmente, darle de comer desde nuestra altura. Esto te puede llevar bastante tiempo.
    Hay otra forma que es dándole una prenda con nuestro olor. ALgo que identifique el olor nuestro. Ellos lo utilizarán como juguete y a veces para dormir y eso ayuda bastante al contacto ya que al olerte en tu ausencia cuando llegues a su lado será distinto para ella.

    #27267
    Anónimo
    Inactivo

    ok, muchas gracias! probare a ver que tal va y os comento. Salud!

    #27268
    Anónimo
    Inactivo

    Hola!Pues para ayudarte aquí te dejo esta información sacada de :http://www.infochinchillas.com/index.php?id=130
    ((es bastante larga x cierto :lol: ))
    Las chinchillas son animales sociales. Esto quiere decir que viven en grupos en los que existen relaciones entre los individuos. Y las chinchillas domésticas no han dejado de ser sociales. Por tanto, estos animales no son de esos que se meten en una jaula y sólo se contacta con ellos para darles de comer o limpiarles el alojamiento. Una chinchilla en una mascota que necesita y va a demandar de su propietario el contacto diario.

    En todos los animales existe un periodo de tiempo en el que se inician y se definen las relaciones con el mundo que les rodea. A este proceso se le llama sociabilización, y al tiempo en el que ocurre se le denomina periodo de sociabilización. Pues bien, este periodo no es eterno, sino que dura unas pocas semanas o meses. Nuestra experiencia personal es que la existencia de las chinchillas está muy ligada a la madre durante las primeras dos semanas de vida. Esto no quiere decir que no exista interés por lo que le rodea, ya que las crías de chinchilla son extremadamente precoces. No es infrecuente verlas salir del nido a las pocas horas de haber nacido. Sin embargo, cuando hablamos del periodo de sociabilización nos referimos no a cuando descubren el entorno, sino a cuando interaccionan con él y establecen relaciones de confianza o de rechazo que serán mantenidas en el futuro. Cuando este periodo se ha caracterizado por la presencia escasa de estímulos, la sociabilización es deficiente.

    Hay que darse cuenta de que en la naturaleza la sociabilización debe ser lo más perfecta posible, ya que les va la vida en ello. Deben saber reconocer inmediatamente si el que se acerca es amigo o enemigo. Y esto se debe aprender muy pronto, cuanto antes. Casi desde el momento mismo del nacimiento saben reconocer a los miembros del grupo familiar, ya que la entrada al nido de los componentes del grupo no está limitada, aunque en algunas ocasiones se rechace la entrada del macho ya que pueden ser realmente insistentes al intentar copular con la madre poco después del parto.

    Si la madre acepta a sus compañeros humanos, no existe ningún riesgo en introducir la mano en el nido y comenzar a extraer a las crías recién nacidas una vez que estén secas. Es muy conveniente contactar frecuentemente con las crías desde que nacen para que reconozcan el olor y el sonido humano como amistoso. Cuando tienen unos 10-15 días el contacto debe ser cada vez más estrecho ya que es en estos momentos cuando se fijan las impresiones positivas de aquello que les rodea. Pasado el periodo de sociabilización es muy difícil conseguir que un animal acepte como no peligroso aquello que desconoce. Por más que el cuidador sea afectuoso y cuidadoso, si una chinchilla no ha aprendido a confiar en los humanos, probablemente no va a aceptar a las personas. Por esto, se aconseja la manipulación y el juego con las crías de chinchilla desde el momento de su nacimiento. Aquellas crías que perciban a las personas como algo familiar y confiable en su entorno se convertirán en chinchillas sociables capaces de aceptar a cualquier persona que se acerque a ellas con naturalidad y tranquilidad. De igual modo ocurre con todo tipo de sonidos o mascotas con los que convivan las crías en este periodo.

    En el caso de unas chinchillas mantenidas en una zona de la casa de bastante tránsito y ajetreo, es fácil observar que están profundamente dormidas a pesar del ruido que se hace en las labores de limpieza, cocina o teniendo encendido el televisor. O cómo les resulta indiferente que se acerque un gato a olisquear la jaula. Las fotografías que acompañan a este texto ilustran el caso de una chinchilla criada con gatos desde el día de su nacimiento. La fotografía de la izquierda muestra como aún teniendo muy pocos días de vida no muestra ningún temor. La fotografía de la derecha es todavía mas reveladora. Es la chinchilla la que se acerca al gato a olisquearlo. Conocemos casos todavía más clarificadores. En concreto el de una chinchilla cuya diversión era la de perseguir al gato con el que vivía. La propietaria tuvo el acierto de grabarlo en vídeo.

    Este es un comportamiento adquirido en la cría doméstica que jamás se daría en estado salvaje, donde la presencia de un posible depredador o un ruido fuerte sería suficiente estímulo como para emprender la huída hacia un refugio. En las chinchillas que no han tenido una buena sociabilización se puede observar que son más temerosas y asustadizas. Generalmente aprenden a aceptar a aquel que les provee de comida, pero ante cualquier movimiento brusco o situación un poco extraña tienden a esconderse con rapidez.
    Lo expuesto anteriormente son las razones que tenemos para aconsejar fervientemente que se adquieran chinchillas procedentes de la cría doméstica. En particular, de la cría domiciliaria. Las crías que proceden de una camada que se ha mantenido como se ha relatado anteriormente, suelen carecer por completo de miedo o prevención contra las personas. Podemos relatar el ejemplo de una pareja de chinchillas que cedimos a un conocido a una edad relativamente temprana como es el mes y medio de vida. Para entregárselas las metimos en una caja transportín de cartón y se la dimos a su nuevo propietario. Abrir la caja y subirse a las manos de su nuevo dueño fue todo uno. No mostraron el más mínimo signo de temor a pesar de ser una persona desconocida y de estar en un ambiente totalmente extraño. Al introducirlas en su nueva jaula se dedicaron a recorrerla y a investigar cada rincón. A pesar de que la jaula contaba con un refugio en ningún momento pretendieron esconderse dentro. Al contrario, se pusieron a comer. Este ejemplo muestra lo que puede conseguirse con una correcta sociabilización de las chinchillas.

    Las chinchillas no son animales agresivos. Salvo ciertos ejemplares muy asustadizos, jamás morderán a una persona. Excepto que las manos huelan a comida y confundan un dedo con un trozo de manzana. Pero en este caso la culpa no es de la chinchilla, sino del que no se ha limpiado las manos. Son animales bastante dormilones durante el día y activos a partir del atardecer. Sin embargo es fácil acostumbrarlos a ciertos horarios “intempestivos” para una chinchilla. Nosotros tenemos por costumbre ofrecerles un trocito de pan duro cuando desayunamos. Desde que iniciamos esta costumbre, cuando notan que nos levantamos se ponen a dar saltos y a reclamar su golosina. Incluso las crías de un mes de vida. Ahora toda la familia se levanta a la misma hora.
    Un comportamiento extraordinario de las chinchillas y que les diferencia de todos los demás animales domésticos es su afición a los baños en arena. Debido a que proceden de una zona donde apenas llueve, para limpiarse el pelaje han sustituido los baños en agua por los baños en arena. No puede utilizarse una arena cualquiera. Debe emplearse una arena muy fina que se vende especialmente para ellas. Se les debe ofrecer durante unos 20 minutos como máximo y con una frecuencia que dependerá de la humedad de la zona. Como orientación, se puede comenzar con 2 o 3 baños semanales. Si vemos que las chinchillas comienzan a rascarse más de la cuenta se debe reducir la frecuencia de los baños.

    Espero que te sirva!!bessitos de chinchilla!!jeje

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