Pesa como tres ratones, 71 gramos, y ocupa la palma de la mano de una persona. Se trata de un ejemplar de weta gigante de Nueva Zelanda, hallado por un vecino en un árbol de la Isla de la Pequeña Barrera en el país austral. El enorme insecto come una zanahoria, como si se tratara de un conejo. De hecho, los wetas ocupan el nicho ecológico de los pequeños roedores en Nueva Zelanda, y están en serio peligro de extinción desde que los europeos llegaron con sus barcos infestados de las ratas.
Un antiguo vigilante del parque natural encontró al ejemplar tras dos días de búsqueda, relata Telegraph: “Tres de nosotros recorrimos durante dos noches los caminos de esta pequeña isla buscando un weta gigante. Después de muchas horas sin éxito, vimos este ejemplar en lo alto de un árbol”. Los exploradores alimentaron al insecto, le fotografiaron y lo devolvieron a su hábitat: “Se hubiera comido la zanahoria entera –explica Mark- pero se trata de una especie en peligro de extinción y temí que se indigestara”.
Los wetas pertenecen al orden de los ortópetros. Son especies muy antiguas, pues se han encontrado fósiles de criaturas parecidas en el Triásico, hace 1.900 millones de años. Los machos pueden alcanzar diez centímetros de longitud, aunque el ejemplar de la imagen es especialmente voluminoso, el insecto más grande jamás registrado. Los wetas están escondidos en agujeros durante el día y salen por la noche para alimentarse de vegetación e insectos muertos.
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