También llamada Gusano del Corazón, la Dirofilariasis canina es una enfermedad causada por la picadura de los mosquitos infectados con larvas del gusano parásito “Dirofilaria”, llamadas microfilarias. Estos gusanos se reproducen en el interior del perro, afectando sobre todo al corazón y a los pulmones. Estos mosquitos están presentes en todo el mundo, menos en las zonas frías.
Estas larvas llegan al torrente sanguíneo del perro, alcanzando los vasos sanguíneos de los pulmones en un plazo de tres meses. Durante los tres meses siguientes, se convierten en gusanos adultos y se adentran en el corazón, donde continúan creciendo hasta alcanzar su tamaño adulto. Allí pueden vivir de cinco a siete años, produciendo daños internos en el perro.
Síntomas: insuficiencia cardíaca, hemorragias nasales, desmayos, tos, ascitis, inapetencia, cansancio, pérdida de peso, etc., llegando incluso a producir la muerte del animal si la enfermedad tarda demasiado en ser encontrada y tratada.
Hay varios tratamientos preventivos muy efectivos. El más común es la administración de pastillas una vez al mes durante la época de mayor actividad de los mosquitos vectores. Es recomendable realizar al menos anualmente un examen de sangre que determine si nuestro perro tiene o no Dirofilariasis, para evitar que la medicación provoque reacciones adversas.
Si nuestro perro es infectado deberá iniciar un tratamiento que dependerá de lo avanzada que esté la enfermedad; cuanto antes comience con él, más posibilidades habrá de curación.