Jude Ryder, propietaria de esta pequeña tortuga de 90 años no podía creer lo que estaba viendo cuando descubrió lo que unas ratas le habían hecho a su mascota.
Y no dudó ni un momento en acudir a su veterinario, donde le explicaron que las probabilidades de supervivencia de Mrs.T eran muy escasas ya que la tortuga no podía moverse por si sola.
Entonces fue cuando Ryder le dijo a su hijo, un ingeniero mecánico, de 37 años, que pensara en algo para salvar la vida de su pequeña tortuga.
Fue entonces cuando este ingeniero diseñó esta prótesis con las ruedas de un prototipo de avión, que ajustó al caparazón de la tortuga.
«Todavía es una tortuga joven, ‘la señoa T’ podría llegar a vivir otros 50 años «, dijo Ryder.
Fuente:antena3