La práctica de deportes genera grandes e importantes beneficios tanto en la salud como en la educación de quienes los practican, y aún más en los niños; hecho totalmente comprobado.
Además de estos grandes beneficios, el deporte puede ser una herramienta ideal y precisa para aquellos padres que lían con la hiperactividad de sus hijos, ya que la práctica de deportes demanda un esfuerzo físico.
Lo cual producirá que los niños descarguen todas sus energías al realizar cualquier actividad deportiva.
Caso de un niño con hiperactividad: El gran nadador Michael Phelps
Muchos hemos oído hablar del nadador Michael Phelps de nacionalidad norteamericana, ganador de ocho medallas olímpicas en los Juegos de Pekín 2008; el cual puede ayudarnos como un ejemplo ideal de lo que hablamos. Ya que precisamente el deporte que le llevó a ser tan reconocido, la natación, fue el instrumento hallado por sus padres para que Michael pudiera desviar toda la energía en demasía que poseía cuando tenía nueve años de edad. Debido que Phelps a esta edad había sido evaluado y diagnosticado con un problema de falta de atención y de hiperactividad. La solución para este problema la halló en la natación, deporte que llegó a ser para Michael una herramienta que le ayudaría a desviar y controlar su energía hacia esta actividad, lo cual mejoraría su concentración y atención.
Existen altas probabilidades de que aquellos niños en los cuales se evidencien una deficiencia en la atención, o el no enfocarse en ninguna actividad específica, moviéndose siempre de un lado hacia el otro, sin que logren estar quietos en un solo sitio; puedan sufrir de este trastorno. En aquellos que sufren estos trastornos también se puede observar como pierden de forma fácil el interés en determinadas cosas, se aburren rápidamente, por lo que casi siempre dejan las cosas a medias. También sobresalen algunas características como el ser impulsivos, difícilmente pueden controlar sus emociones; llegar incluso a ser agresivos al no sentirse comprendidos. Una etapa en la cual es fácil el notar esto es en la etapa escolar, donde este tipo de comportamiento incita a que la atención de los demás niños del salón se disperse de igual forma.
Al igual que Michael, el deporte puede convertirse en una muy útil herramienta para que muchos niños que sufren de hiperactividad puedan controlar los síntomas de este trastorno, los cuales son muy evidentes. Ya que al desviar toda su energía hacia aquellos deportes como la natación, el fútbol, el ciclismo, atletismo, el tenis, etc., lograrán manejar y mejorar su falta de atención y concentración; ya que éstas actividades físicas demandan cierto grado de enfoque y concentración, lo que también los volverá más disciplinados.
¡Vamos guíalos y enséñales a practicar algún deporte!