La Selva Negra es un macizo montañoso de particular belleza natural que se ubica, al lado del Valle del Rin, en el estado federado de Baden-Wurtemberg, en Alemania, es reconocido, hoy por hoy, como uno de los mejores lugares para el turismo natural en ese país europeo.
Llama la atención por su densidad forestal, es una zona con forma rectangular en la que destaca la presencia de abetos, a los que debe su nombre, pues al haber muchos le dan un aspecto oscuro, aunque, y según la tradición, fueron los romanos quienes le pusieron este nombre, gracias a la oscuridad que acompaña a la gente que transita sus caminos y parajes.
Localicación
La Selva Negra tiene su origen en el punto conocido como Derinländereck, en la confluencia entre Suiza, Alemania y Francia, y se adentra en 160 kilómetros al norte, ascendentes dentro del territorio alemán. Su forma rectangular tiene una anchura que va de los 30 a 60 kilómetros.
Desde el norte, en Karlshure, hasta el sur en Basilea, se extiende este imponente territorio, dentro de la selva se encuentran dos ciudades, no tan grandes, una al norte y la otra al sur. Al norte está Freudenstadt y al sur Friburgo.
La Selva Negra tiene su origen en el punto conocido como Derinländereck, en la confluencia entre Suiza, Alemania y Francia, y se adentra en 160 kilómetros al norte, ascendentes dentro del territorio alemán. Su forma rectangular tiene una anchura que va de los 30 a 60 kilómetros.
Desde el norte, en Karlshure, hasta el sur en Basilea, se extiende este imponente territorio, dentro de la selva se encuentran dos ciudades, no tan grandes, una al norte y la otra al sur. Al norte está Freudenstadt y al sur Friburgo.
El clima de la selva negra
Es un lugar fresco, cuyo clima permanece casi igual a lo largo del año, gracias a que el mismo bosque controla los niveles y cambios en las temperaturas, predominando los niveles de humedad, a pesar de esto los lagos pueden llegar a congelarse en el invierno, lo que es también un espectáculo digno de ver.
Paisajes increíbles
El Río Kinzig: toma su curso dentro de la misma selva y desemboca en el río Rin, sirve de frontera entre el norte y el centro de la Selva, es considerado como un río ‘corto’, debido a que su longitud se extiende a lo largo de 95 kilómetros.
La Selva Negra, además, tiene numerosos lagos, entre los que destacan, Glaswaldsee, el Feldsee, el Kirnbergesee, el Titisee, entre otros, pero el más turístico, el que recibe más visitas, es el Schluchsee, que originalmente era un glaciar que se encontraba a una altura muy superior a la actual, con sus 7,5 kilómetros de ancho, es el más grande de todos los que hay en la Selva Negra, y se ubica en la parte alta.
Qué hacer y visitar
Una de las principales actividades que puede hacerse dentro de este bosque es el senderismo, con una increíble cantidad de rutas que lo atraviesan de norte a sur y de este a oeste, aunque la más común consiste en una caminata de cuatro días, con sus respectivas paradas en los pueblos dentro de la Selva, que parte de la ciudad de Freudenstadt, al norte y terminal en el sur, en Friburgo.
También, si se tiene poco tiempo, puede simplemente disfrutarse de las bondades de alguna de estas dos ciudades, cuyo clima es relativamente frío y se encuentran a un paso de este monumento natural, por tanto, pueden visitarse sus lugares de comida, sus museos, y también apreciar la belleza y el esplendor de la naturaleza de la Selva Negra.
Dentro del bosque están los ya mencionados lagos, varios de los cuáles pueden navegarse en bote, tomar un frío baño y simplemente caminar por la orilla. También está el museo al aire libre, ubicado en la carretera B33, entre Hausach y Gutach y alguno de los pueblitos que hay a lo largo de la Selva.
Cómo llegar
La forma de llegar, la más sencilla, es avión, los aeropuertos más cercanos son los de Basilea-Mulhouse-Friburgo, el aeropuerto de Estrasburgo, y el de Zúrch, todos reciben vuelos internacionales y están a más de 100 kilómetros del punto central de la selva, a la que llegarán finalmente por carretera.