En la sociedad actual el ritmo de vida es muy acelerado, sobre todo en las grandes ciudades donde las empresas acaparan gran cantidad de la población, que generalmente hace su vida en torno a sus trabajos.
Esto influye en la alimentación, puesto que un alto porcentaje de personas normalmente comen en su sitio de trabajo e incluso en sus propias oficinas, lo cual según un estudio de la Curtin University, de Australia no es beneficioso para la salud.
Dicha investigación sugiere que alimentarse en la oficina y particularmente en el escritorio disminuye la oxigenación cerebral y por ende afecta el rendimiento laboral y la creatividad.
También resalta que cuando una persona se alimenta en su sitio de trabajo incrementa las posibilidades de desarrollar obesidad, esto a causa de que tienden a consumir gran cantidad de alimentos ricos en grasas y azúcares.
Además otra razón de peso por la que se debe considerar no comer en la oficina es por los aromas que los alimentos tienden a emanar, ya que estos pueden resultar molestos para las personas que no estén comiendo. Por esta y otras razones te presentamos una serie de alimentos que deberías evitar:
- Palomitas de maíz o cotufas: Su olor es muy intenso (sobre todo si se queman) y a pesar de que son un snack saludable, las personas suelen consumir las presentaciones con mantequilla, caramelo o queso porque son más apetitosas, pero su índice calórico es muy elevado.
- Huevos cocidos: Aunque su valor nutricional es elevado, y son muy recomendados en dietas alimenticias saludables, cuando se cocinan emanan un olor muy intenso similar al azufre que resulta desagradable a las demás personas.
- Atún: Debido a que las proteínas presentes en el pescado se descomponen rápido al ponerse en contacto con enzimas y bacterias propias del ambiente y que las grasas insaturadas se oxidan con facilidad, su olor es bastante reconocible, y probablemente no le será agradable a los que estén en el lugar.
- Brócoli:Además del fuerte olor que emite cuando se cocina, aporta un olor algo desagradable al cuerpo, debido al sulfuro que contiene y que al ser consumido se eliminara a través de las glándulas sudoríparas, así que es uno de los menos recomendables.
- Donas y postres: El sedentarismo que es el factor común en la mayoría de las personas que trabajan en oficinas, las donas y postres contienen entre las 250 y 550 calorías, las cuales se acumulan en el cuerpo en forma de grasa, contribuyendo a la obesidad y a los padecimientos comunes de esta condición, como la diabetes.
- Comidas rápidas: Este tipo de alimentos poseen altas cantidades de grasas saturadas y azucares, que incrementan el sueño y la inactividad, además contribuyen en el aumento de valores como colesterol y triglicéridos. Comerlos en exceso es uno de los principales factores desencadenantes de obesidad.
- Papas fritas: Su consumo constante contribuye al aumento de los niveles de colesterol.
En tal sentido, es importante conocer los alimentos que no deben consumirse en la oficina, ya que con esta información puedes evitar enfermedades cardiovasculares, obesidad y diabetes.