La lectura es de los hábitos más importantes para las personas y que les es más fácil comenzar cuando son niños. A partir del año o año y media es perfectamente posible comenzar con esta actividad, ya que esta edad los niños pueden disfrutar con un cuento adecuado a su edad, con una revista pensada especialmente para ellos.
Para comenzar a adentrar a un niño en el mundo de la lectura se necesita de calma y de dedicación, con un niño pequeño se recomienda no alargar demasiado el tiempo dedicado a disfrutar de una buena historia, ya que su capacidad de atención es aún limitad.
Estímulos para aficionar a los niños a la lectura
Se debe empezar eligiendo el momento correcto, cuando el niño esté tranquilo y relajado, que no se encuentre ocupado con alguna actividad, como jugar o concentrando su interés en otra cosa, y que quien vaya a ayudarlo esté dispuesto y nada apurado.
Hay que buscar, también, un ambiente adecuado para llevar a cabo la actividad, en el que todo esté tranquilo, que no haya demasiadas interferencias como los ruidos o los movimientos. Preferiblemente, un rincón en el que nuestro niño pueda sentarse junto al adulto, o en sus rodillas, o bien apoyarse sobre una mesa baja, por ejemplo, para poder tener la postura que le resulte más cómoda.
Disfrute de ambos:
Se necesita, además, que la persona que ayudará al niño tenga una actitud que favorezca el encuentro entre ambos en torno a la historia que están por conocer. La idea es que la persona esté dedicada en cuerpo y alma a la lectura, que disfrute también lo que está haciendo.
La idea es que, si la persona disfruta lo que está leyendo, el niño lo va a percibir y se sentirá cómodo e interesado con la historia, hay que saber que, en algunos momento el niño podrá distraerse un poco, se irá y luego volverá, sin embargo, hay que continuar con la lectura, porque, a veces parece que el niño está entretenido en otra cosa cuando realmente está escuchando.
Hay que tomar en cuenta también que es un niño, a fin de cuentas, y que no debe ser presionado porque dejará de disfrutar la actividad.
La hora de dormir:
Esto es algo que conocemos y hemos visto hasta el cansancio en la Tv. Es la lectura de historias a los niños justo antes de dormir, cuando está más cómodo en su cama y más predispuesto.
Un cuento corto que se cuenten con una voz suave, acompañada de cierto grado de soltura ayudará al pequeño a desconectar de la actividad del día, le ayudará a relajarse y conseguirá más rápido el sueño.
Aficionar a los niños a la lectura antes de que aprendan a leer
Los niños con edades comprendidas entre 1 y 3 años tienen la capacidad aún muy limitada de atención por lo que, las lecturas deben ser necesariamente breves.
Cómo escogerlo:
Existe una increíblemente larga oferta editorial ideada para niños, por lo que será necesario escogerlos con esmero y para ello nos basaremos en el carácter, la personalidad, sus gustos incipientes (aunque a veces están muy marcados), tomando en consideración también su edad, el adulto podrá elegir qué es lo que podrá gustar al niño.
Se necesita: un libro que el niño esté en capacidad de manipular, una revista con diferentes contenidos adaptados a sus gustos y necesidades, con grandes dibujos que sean atractivos, reconocibles y que le puedan aportar placer además de información.
Durante la época en la que el niño aún no ha aprendido a leer serán de gran importancia aspectos como las imágenes, las ilustraciones pues son la fuente de entretenimiento y de conocimiento del más pequeño, de hecho, el pequeño hace una lectura de imágenes en las que descubre muchos objetos y matices.
Por lo tanto, hay que buscar también libros y revistas con buenas y grandes ilustraciones. Por otra parte, las revistas tienen un gran punto a su favor, y es el hecho de que en un mismo ejemplar hay una gran cantidad de historias, cada una con sus diferentes tipos de ilustración, algunos les gustarán más que otros, pero hay más opciones para dar con lo que él quiere.
De esta manera, finalmente, podremos ir definiendo de la manera más específica, los gustos exactos que tiene nuestro pequeño.
Finalmente, a modo de resumen, para lograr encandilar al niño con la lectura, se necesita elegir un buen momento del día en el que esté dispuesto: un espacio tranquilo sin demasiadas distracciones de ruidos o actividades, hay que repetir la escena siempre, sentarse o tumbarse a leer con él hasta lograr que sea un hábito como muchos otros que necesitará y querrá repetir siempre.