Ese fuerte lazo de afecto y amor es el primer lenguaje que de manera espontánea se inicia entre una madre y su bebé. Ese mismo lazo es el que crece y se desarrolla en todas aquellas situaciones en las que pueden compartir día a día, situaciones en las que se involucra su cuidado, alimentación e higiene.
Al ser testigos del crecimiento y desarrollo de nuestro bebé, no es difícil notar la forma en como ellos pueden relacionarse y comunicarse, cosas que logran sin siquiera poder aun dominar aquellas complicadas reglas que forman parte de la lingüística.
Tienen un maravilloso don, con el cual se vuelve posible la mutua comprensión con aquel adulto vigía de su crecimiento.
Incita el maravilloso lenguaje de tu bebé
Este lazo natural entre una madre y su bebé es una base imprescindible para el desarrollo cognitivo del lactante así como para levantar aquellos pilares fundamentales de la comunicación pre-verbal. Estos pilares principales que sostendrán los primeros indicios comunicativos del bebé son fomentados gracias a aquella relación íntima y emocional que se cultiva desde el nacimiento del infante, provocando también que el niño pueda integrarse emocionalmente con su entorno.
Es necesario contar con al menos dos personas para que exista una comunicación bien definida, y en nuestro caso incluye un bebé. A continuación te mostramos algunos ejemplos con los cuales podrás fomentar el lenguaje en tu bebé:
- Querer interactuar con tu bebé:tenemos que colocarnos cara a cara con el bebé, para que capte la idea de que todo aquello que hace o dice es de suma importancia para nosotros.
- Tomar sus acciones como una forma de lenguaje: no debemos dejar de intentar el adivinar qué trata de comunicarnos, y esto suele resultar un poco difícil al principio. 3. Hallar la oportunidad precisa para establecer el diálogo:resulta oportuno el hacer esto cuando el bebé se encuentre descansado y activo ya que estará predispuesto a todo. Algunos momentos oportunos suelen ser: desde los acostumbrados juegos y hasta los momentos de aseo e higiene.
- Esperar la respuesta del niño ante nuestras acciones.
- Estar atentos a cualquier gesto o sonido que emita el beebé para reproducirla, como una forma de motivarlos a que repitan dicho gesto o sonido.
- Estar prestos a jugar para estimular el desarrollo de la comunicación: las actividades lúdicas son una perfecta herramienta que impulsan el sentido comunicativo en los bebés. El juego favorece, en los niños, la autoconfianza, crea una curiosidad por el mundo, les permite aprender a conocer el estado de los objetos (frío, caliente, duro, blando, etc.) y aquellas cosas que forman parte de su universo. El juego les ayuda a estimular sus habilidades además que establece el proceso socializador. Existen juegos que crean un estrecho vínculo, tales como: cucu-tras, caballitos, cosquillas, cocotes. Todas aquellas cosas que forman parte de nuestro entorno y que quizás sean comunes para nosotros, esas mismas cosas pueden convertirse en un maravilloso mundo por explorar para los niños.
- Despierta y aviva su interés: se debe lograr el contar con su atención e interés, ya que esto producirá su participación, y esto lo lograrás explotando tus capacidades de comunicación y habilidades de interacción. También debes darle el tiempo necesario para que el infante responda y participe en el juego, ya que esto provocará en él un ambiente de confianza y lograras obtener su interés.
- Respeta su participación: cada intervención o participación del bebé se encuentra determinada por un gesto o sonido. Al igual que en toda comunicación una persona habla y la otra escucha, y viceversa; debemos también respetar la intervención del bebé para que el comprenda que su participación es de nuestro sumo interés y que de igual forma responderemos ante su intervención.