Un estudio publicado recientemente por la revista The Lancet en el que se analizaron los patrones alimenticios en prácticamente todo el mundo, demostró que los países que gozan de las dietas más balanceadas son posiblemente los que se ubican en África Subsahariana.
Este se basó más en valores cualitativos que cuantitativos, ya que se analizaban en sí los alimentos y platos que se suelen consumir dejando de lado otros factores que también son determinantes para medir que tan bueno es el sistema de salud en una sociedad.
Fumiaki Imamura, uno de los autores de dicho artículo enfatizo que para ellos la importancia de la investigación residía, en poder analizar las características y composición de cada dieta en el mundo, y comprobar si los estándares alimenticios de los países habían variado entre 1990 y 2010.
Los resultados de este estudio se realizaron de acuerdo al consumo de diez productos o ingredientes saludables seleccionados previamente por los investigadores en base a su nivel nutritivo, estos eran: frutas, verduras, judías, legumbres, frutos secos, cereales sin procesar, leche, ácidos grasos poliinsaturados, omega 3 vegetal y fibra.
Por otra parte, también se analizó el consumo de siete productos que resultan poco o nada saludables para el consumo humano, como: carnes rojas no procesadas, carnes procesadas, bebidas azucaradas, grasas saturadas, grasas trans, colesterol y sodio, todos presentes en grandes cantidades sobre todo en alimentos procesados.
Estos cuestionarios demostraron que no hay gran diferencia en el volumen del consumo de alimentos saludables en la mayor parte de los países encuestados, la gran diferencia fue marcada por el consumo de alimentos procesados.
Se demostró que un gran porcentaje de países occidentales y particularmente los más desarrollados tienden a alimentarse de forma poco saludable, con excepción de Grecia y Turquía. España, por su parte se mostró en un término medio. En cambio, Estados Unidos y la mayor parte de las naciones Europeas se ubicaron entre las peor alimentadas.
Hubo casos como Rusia cuya dieta está compuesta prácticamente a partes iguales de alimentos saludables y procesados. Pero sin duda los más notorios fueron los resultados arrojados por países como Mali o Chad, que demostraron niveles bastante elevados respecto al consumo de alimentos saludables.
Esto lo explica el hecho de que en toda África occidental y subsahariana, la alimentación depende casi por completo del consumo de cereales como Mijo, Fufu y arroz, que se incluyen en su alimentación de diversas formas que se desarrollan en función del país o la región de cada estado.
La conclusión de esta investigación demostró que en términos generales, la población mundial se preocupa por su consumo de alimentos saludables, pero igualmente se mostró un mayor consumo de alimentos procesados.
Así que, mientras los países desarrollados incrementan de manera preocupante su ingesta de productos altamente procesados degenerando de esta manera progresivamente su salud, en otros, como la mayor parte de los países africanos predomina el consumo de verduras y legumbres en la dieta diaria y en consecuencia es más sana.