El nombre ya de por sí es poco tranquilizador, porque todos somos conscientes de lo poco conveniente para la salud y la vida que es cualquier producto tóxico. Pero se trata precisamente de eso: de eliminar las toxinas que vamos acumulando con el tiempo. Podemos adquirirlas de forma más o menos consciente ( las personas que sufren de una adicción se dice que se someten a una cura de desintoxicación con el objetivo de dejarla). Pero también acumulamos toxinas de forma inconsciente. Mayormente pero no de forma exclusiva a través de nuestra alimentación, de lo que comemos y bebemos. Todos habremos oído ya hablar de la dieta de desintoxicación en muchas de ses modalidades, que implica comer alimentos saludables – sobre todo verduras – ybeber mucha agua o infusiones. En vista de esto, ¿se puede decir que cualquier cura de desintoxicación es por definición positiva? ¿Qué hay de cierto en esto?
Pues no lo son siempre. Como cualquier otra dieta muy restrictiva, las de desintoxicación llevadas al extremo pueden tener graves efectos secundarios, especialmente en el caso de niños y adolescentes, que se encuentran todavía en plena fase de crecimiento y desarrollo.
Tipos de dietas desintoxicantes
La dieta de desintoxicación puede ser muy variada. La mayoría de ellas giran en torno al concepto de ayuno, es decir, prescindir de la mayoría de los alimentos y bebidas durante una serie de días para retomar posteriormente la ingesta, aunque solo de determinados alimentos y además de forma paulatina. Muchas de estas dietas animan también a realizar “limpiezas” de colón y de los intestinos mediante enemas, para limpiar también el tracto digestivo de toxinas. Igualmente, recomiendan la toma de determinadas infusiones de hierbas y/o suplementos para ayudar a este supuesto proceso “purificador”. también es conocida la Dieta Detox, basada en la alimentación a través de batidos de verduras.
Se afirman multitud de cosas sobre las dieta de desintoxicación, desde que pueden prevenir e incluso curar afecciones y enfermedades hasta que aportan a la gente mucha más energía vital. Naturalmente que seguir una dieta mucho más baja en grasas animales y con más contenido de fibra ayuda a las personas a sentirse mejor, porque su salud general también mejorará. Pero lo que dicen los seguidores de las dietas de desintoxicación es que la efectividad de esta forma de comer radica en que se eliminan toxinas y no en la reducción de elementos que como las grasas de origen animal pueden ser dañinas para la salud. Y no hay ninguna prueba científica que avale que estas dietas eliminen o reduzcan las toxinas presentes en nuestro cuerpo de una forma más rápida y efectiva que nuestro propio cuerpo, ni de que tengan como resultado un mejor estado de salud general y más energía vital.