Los temores de herir o causar daño de alguna forma al bebé son infundados. Creer que durante el coito podamos sacarle un ojo o traumatizarlo de alguna forma no es más que otra leyenda urbana más entre las que circulan por la red o mediante el boca a boca.
Simplemente, todo ello no es cierto – ni siquiera cuando los padres mantengan un coito vaginal. Tampoco existe ningún estudio que haya demostrado alguna relación entre la frecuencia de la actividad sexual o de los orgasmos de la pareja y los nacimientos prematuros o cualquier otra complicación de este tipo.
Mientras los padres estén sanos en todos los sentidos y/o el embrazo no sea considerado de alto riesgo por los médicos, no puede decirse que las relacione sexuales durante el embarazo sean peligrosas o potencialmente dañinas para el bebé.
¿El bebé notará el orgasmo?
Se dice que cuando una madre embarazada mantiene relaciones sexuales, el bebé también disfruta. ¿Y cómo puede ser? Pues debido a que el orgasmo provoca que nuestro cuerpo segregue sustancias placenteras que pasan a través del flujo sanguíneo a nuestro bebé. Eso dicen que provoca una sensación muy placentera y de tranquilidad al bebé.