El espárrago (Asparagus officinalis) es una planta vivaz autóctona, que se encuentra en estado espontáneo en los aluviones arenosos de los ríos. Sus raíces, carnosas, largas y cilíndricas, envuelven toda la parte donde nacen los brotes o «turiones».
Características
Este conjunto forma la garra que, durante la vegetación, acumula las sustancias de reserva que ha de utilizar en la primavera siguiente para la formación de los brotes comestibles.
Muy exigente en mano de obra y escaso rendimiento, el espárrago es una verdura de precio muy alto; por ello, interesa producirlo en jardín propio, cuando se dispone de espacio suficiente. Las variedades son poco numerosas y derivan casi todas ellas del espárrago «Precoz de Aranjuez», con turiones voluminosos, blancos, ligeramente coloreados de rosa-violáceo en la extremidad.
Hábitat y distribución
Fue originalmente cultivado en Italia y comercializado con el nombre Violetto d’Albenga. Su cultivo continuó en países europeos y saltó a América, Asia y Nueva Zelanda.
Propiedades medicinales
En los espárragos encontramos asparagina y un aminoácido llamado tirosina. También contienen glúcidos y una saponina.
En la raíz la composición varia mucho según la época del año. Presenta ademas asparagina y otro aminoacido llamado arginina, glucidos y otros compuestos de menor importancia.
Los glúcidos y la saponina confieren a la esparraguera un efecto diurético muy marcado; este efecto se nota al poco tiempo de haber consumido espárragos y, ademas, la orina adquiere un característico olor, francamente desagradable.
Tal olor se cree que es debido a la presencia de un compuesto denominado metilmercaptano, aunque otras teorías defienden la idea de que se trata de otros compuestos volátiles. Otro de los efectos de esta planta se refiere a que, debido a la abundancia de fibra que poseen los espárragos, actúan como laxantes suaves.
Y en general es un buen depurativo del organismo, aparte de resultar un alimento exquisito, siempre y cuando se coma con la debida moderación. Es necesario advertir que la ingesta accidental de los frutos puede producir una irritación del endotelio renal, por lo que hay que tener cuidado.
Cultivo
El espárrago se puede cultivar en la mayoría de los terrenos, con excepción de los demasiado compactos o demasiado húmedos; prefiere suelos ligeros, arenosos, cuyo subsuelo conserve a pesar de todo un cierto frescor durante el verano. Los suelos con estiércol bien descompuesto aplicado antes de la preparación, dan resultades excelentes. La esparraguera establecida en buenas condiciones, puede durar una docena de años.
Siembra y plantación
Las jóvenes garras destinadas a la plantación se obtienen por siembra de semilla en vivero, en pequeños surcos, en abril; generalmente, la pequeña cantidad de garras necesarias en un jardín familiar se consiguen de un productor profesional; se trata de garras de un año, sanas y vigorosas, con raíces fuertes y con yemas bien aparentes y que no se secan por una exposición prolongada al aire. Cuando no se han de plantar en seguida, conviene enterrarlas provisionalmente dentro de turba húmeda.
En una tierra cuidadosamente preparada y limpia de rizomas de vivaces adventicias, se abren pequeñas zanjas de 20 cm. de profundidad y de 30 cm. de ancho. Formar un ligero acolchado en el fondo (ver fig. 65) y sobre él depositar las garras a 70-80 cm. de distancia, procurando que las raíces estén bien dispuestas y recubriéndolas con 6 a 8 cm. de tierra. Las zanjas deben estar separadas de 1 m. a 1,20 m. La plantación tiene lugar en marzo, y puede continuarse hasta primeros de abril.
Crecimiento
Durante dos años, las plantas se desarrollan normalmente; las binas que mantienen el suelo exento de malas hierbas llenan poco las zanjas en otoño, se cortan los tallos a ras del suelo y se queman. A partir del tercer año, los cuidados de cultivo se suceden así: en la segunda quincena de marzo, aporcar las plantas, completada quince días más tarde cuando la tierra está caliente; recolección, desde finales de abril hasta principios de junio e incluso hasta el 20 del mismo mes, según las regiones, época en la que se dejan brotar libremente los tallos; supresión, quemar los tallos secos en noviembre, luego de aporcar; durante la vegetación, binar o escardar con la ayuda de productos herbicidas selectivos.
Recolección
Quitar solamente uno o dos turiones de las garras más fuertes durante el tercer año; la producción alcanza su máximo rendimiento a partir del sexto año. Cogiéndolo demasiado pronto, se compromete las reservas de las garras y el porvenir de la plantación. Recoger cada dos o tres días, una vez que aparezcan los «turiones» o cuando la punta que aparece en el suelo esté totalmente verde; procurar cortar con cuidado los turiones de la garra con una gubia o con la mano, evitando dañar los brotes más próximos que están aún en crecimiento.
El rendimiento que se puede alcanzar es de 500 a 800 gr. de espárragos por metro cuadrado, en seis semanas aproximadamente, de forma que es necesario plantar por lo menos unas treinta garras en la huerta familiar, si se quiere disponer de una cantidad suficiente de «turiones» en cada recolección.
El espárrago (Asparagus officinalis) es una planta vivaz autóctona, que se encuentra en estado espontáneo en los aluviones arenosos de los ríos. Sus raíces, carnosas, largas y cilíndricas, envuelven toda la parte donde nacen los brotes o «turiones».
El espárrago se puede cultivar en la mayoría de los terrenos, con excepción de los demasiado compactos o demasiado húmedos; prefiere suelos ligeros, arenosos, cuyo subsuelo conserve a pesar de todo un cierto frescor durante el verano. Los suelos con estiércol bien descompuesto aplicado antes de la preparación, dan resultades excelentes. La esparraguera establecida en buenas condiciones, puede durar una docena de años.