Comparados con los acuarófilos de hace tan sólo treinta años, los aficionados actuales disponen de una inimaginable variedad de alimentos para sus peces. Ya no es imprescindible criar en casa los diversos alimentos vivos, con todas las molestias y olores que ello implicaba, pero los mejores criadores de peces siguen haciéndolo. Se han invertido grandes sumas de dinero en investigaciones sobre la nutrición de los peces para que los millones de acuarófilos de todo el mundo puedan disponer de los mejores alimentos.
Formas de alimentarse
Cada especie ha evolucionado para alimentarse de una determinada forma, y esto se nota en diversas características. Por ejemplo, los guppys tienen un tracto digestivo relativamente largo. Esto nos indica que deben consumir una cierta cantidad de materia vegetal, que necesita una digestión más larga que las proteínas de origen animal. La boca del guppy está dirigida hacia arriba, lo cual es señal de que se alimenta en la superficie y captura allí sus presas vivas. En otras palabras, su dieta es mixta de vegetales y presas vivas. Este tipo de dieta se denomina omnívora, en contraste a la carnívora (predominantemente a base de presas vivas) o la herbívora (básicamente a base de vegetales). Los guppys jóvenes son más carnívoros que omnívoros, pues necesitan incrementar rápidamente su masa corporal y las proteínas animales son la mejor forma de conseguirlo. A medida que van madurando, necesitan menos proteínas y más carbohidratos. Éstos les son más fáciles de obtener y constituyen su fuente energética para la actividad cotidiana.
Del tipo de alimentación podemos deducir también los hábitos alimenticios de los peces. Los carnívoros pueden comer mucho de una sola vez y luego permanecen inactivos hasta que han metabolizado todo el alimento. Los herbívoros necesitan comer constantemente para que en su tracto digestivo haya siempre flujo de alimentos. Los omnívoros constituyen un punto medio entre estos extremos. Pasando estos datos a la práctica, veremos que los omnívoros deberán ser alimentados tres veces al día: por la mañana, a medio día y a última hora de la tarde (antes de apagar las luces del acuario). En el caso de que se vea obligado a saltarse alguna de estas tres comidas, lo mejor es prescindir de la del mediodía. Por supuesto, si se tienen alevines y se desea que crezcan correctamente es necesario darles de comer aún más asiduamente.
Tipos de alimentos
A los guppys se les pueden dar alimentos en forma de escamas, pastillas, polvos o líquidos, liofilizados, congelados, frescos o vivos.
Escamas. Constituyen uno de los alimentos más populares, y las hay de muchos tipos, desde las de composición mayoritariamente vegetal hasta las de elevado contenido en proteínas, y desde las que se hunden rápidamente hasta las que flotan en la superficie para adaptarse a las costumbres de las diferentes especies de peces. A la hora de alimentar con escamas hay que tener cuidado de no pecar en exceso, pues los restos tienden a acumularse en el fondo y se pueden descomponer en detrimento de la calidad del agua. Lo mejor es darles poco y con frecuencia.
Pastillas. Pueden caer al fondo o adherirse a la cara interna de los vidrios del acuario. Una de las ventajas de colocar el alimento en un lugar determinado es que así se obliga a los guppys a que coman siempre en un lugar concreto, con lo que se les puede observar más cómodamente y es más fácil darse cuenta si hay alguna ausencia –en cuyo caso rápidamente investigaremos la causa–.
Polvos. Los alimentos en polvo se expanden por todo el acuario y por tanto son muy apropiados para los peces pequeños. Al igual que con los alimentos en escamas, es mejor no correr el riesgo de contaminar el agua, por lo que será mejor darles poco y con frecuencia.
Líquidos. Son alimentos muy adecuados para los alevines y la circulación del agua se encarga de hacerlos llegar hasta los lugares más recónditos del acuario, que es donde éstos suelen ocultarse. Los consumen rápidamente y son de fácil digestión.
Liofilizados. Los hay de muchos tipos, y permiten dar a los peces una alimentación muy rica en proteínas (como los tubifex) sin correr el riesgo de introducir agentes patógenos. Se conservan muy bien y se deshacen al absorber agua.
Congelados. Son casi tan «higiénicos» como los liofilizados y permiten conservar todo el valor nutritivo de los alimentos. Permiten suministrar a los peces una dieta muy variada y disponer siempre de alimentos que de lo contrario solamente se encontrarían durante algunas épocas del año.
Frescos. Empleamos este término para designar a todos aquellos alimentos que podemos encontrar en nuestra cocina. Por lo tanto, son una dieta «de mercado» en la que se incluyen las legumbres, el queso y otros lácteos, huevos duros, carne magra triturada, frutas, cereales, etc. Naturalmente, es necesario preparar todos estos alimentos de forma que puedan ser consumidos por nuestros guppys. Se los puede convertir en puré y mezclarlos con gelatina para formar cubitos, o triturarlos y dárselos directamente a los peces. También se pueden pasara por la licuadora hasta obtener una especie de suspensión. El caso es que hay muchas formas de alimentar a los peces con productos frescos, pero hay que tener en cuenta que ensucian mucho el agua y que será preciso eliminar rápidamente los restos que queden en el fondo.
Alimentos vivos. En esta categoría incluiremos gusanos de varios tipos y tamaños (grindal, blancos, micro, tubifex, lombrices de tierra, etc.), insectos, huevas de pescado, dafnias y artemia, por citar sólo unos cuantos. Algunos de estos alimentos podremos dárselos a los peces tal cual, pero otros deberán ser cortados o machacados. Si le parece muy desagradable hacerlo, será mejor que se decida por los congelados.
Si captura su alimento vivo en la naturaleza, tenga la precaución de no introducir también seres indeseables o patógenos, así como larvas de insectos (libélulas, ditiscos, etc.) que podrían llegar a atacar a los peces.
Sobrealimentación
Uno de los mayores peligros de la acuarofilia, y especialmente para los principiantes, es la sobrealimentación. Con los guppys o peces de cualquier otra especie es simplemente imposible darles una cierta cantidad de comida y confiar en que luego ya retiraremos lo que no se hayan podido comer, como se hace a veces con los mamíferos, aves y otros animales terrestres. El asunto aún se complica más por el hecho de que los excesos de comida suelen parecernos muy pequeños. Pero estas pequeñas cantidades se van sumando y en un sistema cerrado, que es lo que es nuestro acuario, no tardan en causar efectos dramáticos. Pueden llegar a generar un grado de contaminación que supere la capacidad de las plantas y del filtro, con lo que los peces (y las plantas) no tardarán en acusar su efecto y morir.
El único remedio consiste en observar siempre a los peces cuando comen. Deles una pequeña porción de alimento y observe el tiempo que tardan en consumirlo. Siempre podrá darles algo de más, pero recuerde que los excesos son difíciles de eliminar. Por regla general, los peces deberán devorar todo el alimento en cuestión de 2-3 minutos. Al principio es mejor darles poca cantidad pero con frecuencia. En un acuario maduro y con abundancia de plantas es casi imposible que ningún pez muera de hambre, pues siempre encontrarán pequeños microorganismos que viven en el sustrato, las plantas y los elementos decorativos. La mejor forma de asegurarse de no tener problemas con la contaminación del agua consiste en efectuar frecuentes cambios parciales y en controlar con frecuencia el pH, la dureza y los nitritos. Los guppys son peces muy robustos y fáciles de mantener, pero esto tampoco implica que haya que hacer las cosas de cualquier manera.
Una dieta equilibrada
Los peces no son distintos de los demás animales, y si se desea que crezcan correctamente, conserven su vigor y luzcan los colores más brillantes, será imprescindible proporcionarles una alimentación equilibrada. Equilibrada significa que deberá contener cantidades adecuadas de proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales, y en las proporciones correctas. En este equilibrio intervienen muchos factores, por lo que no siempre es fácil conseguirlo. Cada acuario es un mundo aparte. Incluso dos acuarios colocados en la misma habitación serán siempre dos miniecosistemas distintos.
A medida que vaya ganando experiencia, podrá llegar a este equilibrio a base de observaciones, resultados y lectura de textos especializados. Al principio, limítese a asegurarse de que les da alimentos de lo más variados posible. Nunca hay que presuponer que los alimentos comerciales constituyen una dieta equilibrada. Lea sus etiquetas.
Al suministrar una dieta variada disminuyen mucho las posibilidades de que se produzca la carencia de algún elemento vital.
Considere la alimentación de los peces como una de las rutinas del cuidado del acuario y verá cómo los resultados compensarán todos sus esfuerzos.
Fuente: mundoanimalia.com