El Acebo o grevol es un arbolillo que puede alcanzar 10 m. Hojas alternas, simples, perennes, duras, intensamente verdes y brillantes por el haz y algo más claras por el envés, de forma más o menos elíptica, y de contorno muy variable, desde completamente liso a provisto de fuertes dientes muy punzantes.
Descripción
El Acebo o grevol es un árbol dioico siempre verde que puede alcanzar más de 20 m de talla, aunque lo normal es que no sobrepase los 5-8 m de altura e incluso con frecuencia no pasa de porte arbustivo. La corteza es lisa, grisácea, a veces con verrugas.
Tiene hojas alternas, ovales u oblongas, de 6-8 cm de longitud y 3-4 cm de anchura, coriáceas, de color verde brillante oscuro en el haz y envés más pálido. Margen más o menos ondulado y espinoso o entero. Ápice con espina aguda. Pecíolo grueso, aplanado, de 1 cm de longitud.
Flores blanquecinas o verdosas, axilares, solitarias o en fascículos. Fruto drupáceo, globoso, de color rojo, de 7-8 mm de diámetro.
Distribución
Se encuentran acebos o grévoles en el oeste de Asia y Europa formando parte, con ejemplares sueltos, del sotobosque de robledales y hayedos especialmente. Aunque en ocasiones puede llegar a formar un denso matorral como especie dominante. Como requiere siempre de ambientes húmedos y umbríos, se cría en el interior de los bosques o en las laderas de umbría, tajos y hoces de montaña. Asciende hasta más allá de los 2000 metros y siempre en suelos frescos y sueltos, preferentemente silíceos.
En España se pueden encontrar grévoles o acebos en el Valle del Rudrón (Burgos); no obstante el acebal de Garagüeta (Soria, España), es el mayor bosque de acebos existente en la Península Ibérica y de Europa meridional. Comprende 406 hectáreas de bosque, de las cuales 180 son masa pura continua de acebos que crecen de forma laberíntica formando bóvedas en las que se refugian tordos, corzos y zorzales. El conjunto posee un extraordinario valor ecológico. También se encuentra distribuido de manera abundante en la comarca de Sanabria en Zamora.
Cultivo
El Acebo o grevol es una planta muy resistente al frío. Se multiplica normalmente por esquejes de madera semidura. No es exigente en cuanto al tipo de suelos.
El grevol tolera su cultivo a pleno sol o a media sombra. La madera es muy estimada en tornería, ebanistería y marquetería. Sus hojas tienen propiedades diuréticas. Como ornamental es muy cultivada bajo muchísimas formas hortícolas. Es planta que soporta muy bien la poda.
Usos
El acebo o grevol tiene una madera muy dura y compacta muy estimada en ebanistería, marquetería y tornería. Toma muy bien los tintes, por lo que se hacen perfectas imitaciones del ébano. De la corteza cocida y fermentada, se obtiene la «liga» que se usa para cazar pájaros, y también contiene un alcaloide, la «ilicina», de propiedades similares a la quinina.
La planta es igualmente usada, junto con el muérdago, como adorno en fechas navideñas.
El acebo tiene desde antiguo un gran uso en jardinería por su especial belleza en las hojas y frutos, además de ser un excelente seto ya que tolera bien la poda, por lo que existen gran cantidad de variedades o «cultivares». Se usa tradicionalmente, en origen en el centro de Europa, como adorno navideño, ya que suele tener frutos en esa época, lo que le ha acarreado no pocos daños a la especie, hasta el punto de estar en peligro de extinción en algunas zonas. Hoy es especie protegida en amplias zonas de varios países europeos.
El hecho de fructificar en invierno le da a esta planta un valor ecológico muy importante, al ser una buena fuente de alimento para muchas especies, especialmente de pájaros, en la estación más dura por la escasez de recursos. Estos mismos frutos se consideran purgantes y vomitivos para los humanos, por lo que se ha usado en medicina tradicional. Así mismo, las hojas son diuréticas y, maceradas en vino se emplean como tonificantes y antiespasmódicas.
Propiedades medicinales
Si a esto unimos el hecho de que en el caso del acebo la toxicidad de sus frutos supera a las virtudes de las hojas, no es difícil concluir que su uso se halla muy limitado. Las hojas están indicadas en reumatismo, gota, inapetencia, fiebre y gripe. Las bayas del acebo -esos frutos que resultan tan atractivos para los niños- en dosis relativamente bajas actúan como purgantes drásticos; si la dosis consumida es mayor, entonces aparecen diarreas, vómitos y convulsiones. En el caso de los niños esto puede ser mortal, por lo que conviene conocer bien el arbusto para evitar su consumo. En España es una especie protegida, pues esta en peligro de extinción; por ello hay que evitar recolectarla y, si estamos interesados en ella, acudir a un especialista que nos asesore como cultivarla o donde conseguir unas cuantas hojas.
- Decocción: Una cucharada de postre por taza de agua. Se deja hervir 2 minutos y se toman 2 tazas al día. Nunca se debe hacer la decocción a partir de los frutos.
- Polvo: Las hojas reducidas a polvo se pueden consumir a razón de 1-2 gr. al día, bien directamente o encapsulado.