El Naranjo dulce (Citrus sinensis) es un árbol o arbolillo siempreverde de la familia de las rutáceas. Su fruto es comestible y muy apreciado en alimentación y cosmética.
Características
Alcanza una altura de entre 4 y 12 metros. Forma una copa redondeada y espesa, con un tronco generalmente corto y de corteza lisa de color pardo.
Las hojas son simples, alternas, con peciolo alado y forma elíptica, ovada e incluso oblonga; el margen es liso y el ápice agudo. En cuanto al color es verde intenso.
Las flores aparecen solitarias o en pequeños racimos. Son blancas, con cinco pétalos consistentes y de apariencia cérea. Los estambres son numerosos y están unidos en la base en una corona circular que rodea al gineceo. El estilo central se abre en un estigma capitado de color amarillento. La flor del naranjo es la que se conoce normalmente por azahar, muy apreciada por su agradable e intenso olor.
El fruto es un hesperidio globoso, redondeado u ovalado, de 6 a 10 centímetros de diámetro. La corteza es lisa o algo rugosa, de color naranja y, en su interior, tiene una pulpa jugosa, más o menos agridulce pero no amarga. Las semillas son blancas, sobre 1 centímetro de tamaño y dispersas por el interior.
La reproducción se hace por semillas y por injerto.
En jardinería se usa por su floración de color blanco y agradable aroma, por las hojas siempreverdes y por su fruta. Necesita suelo rico y con buen drenaje, riego abundante y clima suave, no aguantando heladas.
Hábitat y distribución
El naranjo procede del lejano oriente, probablemente en China.
Propiedades medicinales de la naranja
Hidratos de carbono. Contienen sólo un 10% de glúcidos, básicamente fructosa, un azúcar fácilmente asimilable por el organismo. Ello hace que pueda ser consumida incluso por los diabéticos. Es más, mejora la tolerancia a la glucosa y evita las subidas bruscas de azúcar.
Fibra. Contienen poco más de 2 gramos, buena parte de la cual se encuentra en forma de pectina, fibra soluble que se localiza sobre todo en la parte blanca y seca que hay entre la pulpa y la cáscara. Su consumo favorece pues el tránsito intestinal -al facilitar los movimientos peristálticos necesarios para la expulsión de las heces evitando el estreñimiento-, ayuda a disminuir la absorción de grasa y colesterol, y coadyuva a controlar la glucemia. Tiene por ello efecto saciante. Además la naranja limpia el tracto intestinal y elimina de él la flora microbiana patógena con una eficacia mayor incluso que la del yogur o el kéfir.
Minerales. Las naranjas contienen calcio (41 mg), fósforo (28 mg) y magnesio (15,2 mg) si bien lo que destaca es su alto contenido en potasio (200 mg), mineral que interviene en la transmisión y generación del impulso nervioso necesario para la actividad muscular normal y que es vital en el equilibrio de la bomba sodio-potasio. Son pues excelentes para quienes tienen retención de líquidos e hipertensión arterial, para quienes padecen bulimia y pierden sales mirales -por los vómitos- y para quienes padecen hiperuricemia y litiasis renal ya que favorecen la eliminación de ácido úrico.
Contienen ácido málico, ácido cítrico -ambos son desinfectantes y alcalinizan el organismo-, ácido oxálico yácido tartático. El ácido cítrico es además depurativo y desinfectante intestinal, actúa como analgésico de los dolores estomacales, fortifica los músculos del estómago, disuelve los residuos acumulados y facilita la secreción de los jugos gástricos necesarios para digerir los alimentos. Es más, esos mismos efectos de limpieza de residuos y de estimulación de las funciones se producen también en el hígado, el páncreas –su contaminación por el almacenamiento de grasas es la causa de numerosos trastornos- y la vejiga. En definitiva, su consumo permite eliminar las sustancias que no se han metabolizado y reposan en los distintos órganos o tejidos.
Vitaminas. Las naranjas contienen también una cantidad apreciable de betacaroteno -provitamina A- que es la responsable de su color. Esta sustancia es esencial para la visión y el buen estado de la piel, las mucosas y los huesos así como para el adecuado funcionamiento del sistema inmune. En la naranja se encuentran también vitaminas del grupo B, concretamente B1, B2 y B9 (ácido fólico). De hecho, por su abundancia en ácido fólico –del que contiene casi 40 microgramos en 100 gramos de fruta- el consumo de naranjas está especialmente recomendado en las mujeres embarazadas ya que esta vitamina es imprescindible en los procesos de división y multiplicación celular que tienen lugar durante los primeros meses de la gestación. Asimismo interviene en la producción de glóbulos rojos y blancos y en la formación de anticuerpos.
En todo caso el aporte nutricional más importante de la naranja es su contenido en vitamina C (unos 50 miligramos en 100 gramos de fruta), vitamina fundamental que interviene en la formación del colágeno, los huesos, los dientes y los glóbulos rojos, participa en el metabolismo de minerales tan importantes como el hierro y el calcio, evita que el llamado “colesterol malo” se deposite en las paredes de los vasos sanguíneos previniendo la arteriosclerosis, evita el efecto de los radicales libres causantes del envejecimiento de los tejidos y estimula el sistema inmune. Su consumo es por tanto muy recomendable para mantener la salud cardiovascular. Es más, hay indicios de que la vitamina C posee acción antitumoral y previene el cáncer, especialmente el de colon. También se sabe que ayuda en casos de hemorragias y que estimula la regeneración de los tejidos que cicatrizan mal.
Como vemos, son muchas las propiedades terapéuticas de las naranjas. Ahora bien, sepa que los zumos de naranja tomados en ayunas pueden provocar en algunas personas sensibles -no en todas- el vaciado brusco de la bilis contenida en la vesícula biliar así como pequeños mareos y leves náuseas. Ello se debe a la acción colerética y colagoga de las naranjas y, en general, de todos los cítricos. Afortunadamente las molestias no son graves salvo que se sufra colelitiasis (cálculos en la vesícula) pues en este caso sí podría desencadenar un cólico. Sobra decir que para quienes la padezcan está desaconsejado el consumo de naranjas… en ayunas.
http://www.riomoros.com/2014/03/naranjo-dulce-citrus-sinensis.html
http://www.ecoagricultor.com/propiedades-nutricionales-de-las-naranjas/