La zarza (Rubus fruticosus) es una especie de planta perteneciente a la familia de las rosáceas. Es originaria de Europa, Asia y Norte de África.
Características
La zarza es un arbusto de ramas espinosas atractivo por sus pequeños frutos comestibles, moras de zarza de sabor dulce que pueden comerse crudas o utilizarse para la elaboración de postes y confituras.
La zarzamora da pequeñas flores rosadas durante el verano que son seguidas por las moras que van madurando desde el color verde al morado oscuro, pasando por el rojo.
Flores y frutos de la zarza en distintos estado de madurez conviven al mismo tiempo durante casi todo el verano. La zarzamora puede crecer como planta trepadora sobre un soporte, así como formar setos anchos y espinosos si se deja crecer en los bordes de una parcela.
Hábitat y distribución
En los climas atlánticos y continentales la zarza crece de forma silvestre y conviene controlar su expansión en el jardín.
La zarza crece en suelos fértiles y bien drenados, siendo resistente a heladas invernales y al calor y sequía del verano, aunque prefiere humedad ambiental y riegos frecuentes durante la época de crecimiento.
Propiedades medicinales
La zarza ya era conocida en el neolítico, es por tanto una planta muy antigua que ya fue alabada por sus propiedades medicinales por Dioscórides y Teofrastro. Las hojas de la zarza contienen taninos, pectina, ácidos orgánicos, vitamina C, y otras sustancias. Son astringentes y pectorales, se emplean como antihemorrágico interno, en menstruaciones prolongadas, diabetes, afecciones del sistema digestivo, diarreas, disentería, hemorroides y catarros intestinales. También poseen efectos bactericidas y fungicidas. Una infusión es buen remedio contra la gripe, resfriados, tos y constipados. Es un buen diurético, útil contra la cistitis y la pielitis.
En uso externo las hojas de zarza entran en la composición de colutorios, y en la preparación de gargarismos y enjuagues para las afecciones de la boca (aftas, anginas, inflamación de las encías…). En baños sirven para el lavado de erupciones dérmicas.
Los frutos maduros tienen un alto contenido en vitaminas. Son antiescorbúticas, útiles también como astringentes y diuréticos. Se emplean como alimento, en fresco o en conserva. Con las moras también se preparan vinos medicinales y jarabes antidiarreicos.