Un equipo de investigadores de la Universidad de Harvard trabaja en un dispositivo, basado en un chip, que simula los diferentes órganos humanos y sus comportamientos mecánicos y bioquímicos, con el fin de reducir el número de ensayos con animales.
Según el científico Donald Ingber, a cargo del estudio, ya han probado dispositivos que son capaces de imitar con precisión el pulmón, corazón, hígado, riñón, intestino, páncreas, piel y médula ósea. Por ejemplo, su trabajo «Lung-on-a-Chip» («Pulmón-en-un-chip») fue recientemente galardonado por su avance en la sustitución, mejora y reducción de la investigación con animales.
«Lung-on-a-Chip y otros chips de órganos que tenemos en desarrollo representan una primera oleada de nuevos enfoques alternativos a la experimentación con animales. Creemos y esperamos que se modifique la forma en la que se trabaja para desarrollar nuevos fármacos en el futuro», afirmó Ingber.
El objetivo del proyecto es dar a las empresas y laboratorios farmacéuticos un sistema que simule múltiples órganos con la capacidad de funcionar de la misma manera que un cuerpo real. De ser así, estos simuladores de órganos podrían rebajar el número de test con animales ya que, además podrían ser utilizados por cualquier persona.
Aunque cada chip tiene un diseño único, todos consisten esencialmente en una serie de canales y membranas alineadas con las células humanas. Como el fluido o el aire que pasa a través de los canales, los científicos pueden controlar la respuesta de las células.