El desierto del Namib, o desierto de Namibia y entre comillas no porque no lo sea, sino porque esa es la traducción literal del nombre de este desierto, en lengua nama. Ubicado a lo largo de la costa de Naimbia, es uno de los desiertos más importantes de áfrica, abarca un total de 81.000 kilómetros cuadrados, y tiene alrededor de 80 millones de años, lo que le convierte en el más antiguo del mundo.
Es un lugar enigmático que encierra en su interior una singular belleza, testigo mudo del avance del planeta existía ya antes de que se extinguieran los dinosaurios, cuenta con las dunas más altas del planeta.
Ubicación
Se encuentra ubicado entre el río Orange, frontera entre Namibia y Sudáfrica, y el río Kunene, que marca, a su vez, la frontera con Angola, se extiende hasta adentrarse en Sudáfrica, a pesar de que la mayor parte está en Namibia.
Las dunas
Se crearon a partir de millones de años de erosión, y se levantan hasta 300 metros sobre la arena del desierto, y 600 metros sobre el nivel del mar. La tierra rojiza que caracteriza a este desierto proviene de otro, el desierto de Kalahari, y fue sustraída de él por el río Orange, que la arrastró hasta el mar y las fuertes corrientes marinas de la zona la empujaron de nuevo a tierra firme.
El clima
Como en cualquier desierto del planeta existen cambios bruscos de temperatura entre el día y la noche, siendo estas más marcadas durante el invierno austral, provocando, incluso, heladas, gracias a las costas del océano Atlántico. Mismas temperaturas que no se viven en el resto del país, ya que el frío no penetra tanto y tienen picos de hasta 40 grados centígrados en verano.
Visitar este lugar es para aventureros, por la naturaleza del clima, la extrema sequía y el frío anteriormente descrito, al ir en viaje de turismo se deben tomar todas las previsiones necesarias, sabiendo, de entrada que no existen hoteles en las cercanías.
Qué hacer y visitar
Se puede realizar senderismo, es mejor ir acompañado de algún guía en caso de no tener ninguna experiencia, además pueden visitarse lugares como el Cape Cross, que se encuentra en la costa es uno de los lugares donde pueden apreciarse más focas en estado natural, que llegan al lugar atraídas por la gran cantidad de pescados de la costa de Namibia.
La Duna 45: Su belleza está en los increíbles amaneceres que pueden disfrutarse al visitarla, gracias a la mezcla que se produce entre los rayos del sol y la arena rojiza que la caracteriza.
La costa de los esqueletos: Debe su nombre a la gran cantidad de barcos desmembrados que dominan el paisaje, convirtiéndolo en un lugar de belleza fantasmal. Sumado a esto, puede visitarse el lugar donde desemboca el río, que deja al descubierto árboles incapaces de morir porque no hay humedad para descomponerlos.
Gracias a la gran cantidad de ríos subterráneos que existen en el desierto del Namib hay una inmensa variedad de árboles cuyas raíces son lo suficientemente profundas como para alcanzar las fuentes de agua más cercana, hay animales, sobre todo reptiles, que se adaptaron para sobrevivir a este clima.
Cómo llegar
Hay que tomar en cuenta el hecho de que, Namibia es un país con una considerable extensión, pero que en contraste sólo tiene 2.000.000 de habitantes, por lo que es común que existan grandes áreas sin que nadie la habite.
La forma más segura es alquilar un todoterreno en la capital del país, que vienen, además cargados con todo lo necesario para sobrevivir al desierto, y prepararse para acampar, porque no hay hoteles en las cercanías.