Si hay algo de delicado en los bebés al nacer; son sus ojos, tanto que apenas pasan a manos de la matrona o enfermera; se les aplica una pomada antibiótica (clortetraciclina) como método de prevención ante infecciones graves, y así agotar cualquier posibilidad de ceguera. Es por ello que al principio estos suelen verse un poco amarillentos.
Sin embargo, muchas veces no solo se ven así por el tono de la pomada; sino por una especie de secreción, la cual se puede llegar a conocer como la conjuntivitis neonatal.
¿Qué hacer en estos casos?
Lo más indicado para combatirla es tomar acciones inmediatas; de manera que pueda tratársele a tiempo y no llegue a producir grandes daños en los ojitos del recién nacido, a continuación te presentamos algunos tips o medidas esenciales para regularla.
- Lavar sus ojitos con agua templada, de esta forma podrás ir erradicando la conjuntivitis. Puedes hacerlo antes del baño o durante del mismo; con ayuda de talines oculares hipo alergénicos, de manera que no llegue a causarle ningún tipo de reacción indeseable al niño.
- Otra de las opciones es limpiar este tipo de secreciones con suero fisiológico; acompañado de una gasa estéril, solo así se podrá prevenir infecciones en sus ojitos o eliminarlas de raíz. Ahora bien si el color de la misma torna a verdoso en vez de amarillento, lo mejor es ir con el pediatra.
- En caso de que se presente una conjuntivitis más avanzada, lo indicado será aplicarle al pequeño una pomada ocular en la parte del parpado inferior o borde de sus pestañas; de manera que pueda ir accionando su función antibiótica y mejorando el estado del virus.
Mantener constantes chequeos con el pediatra
Cuando se trata de la salud de tu hijo; nada es más recomendable que mantenerse al tanto de su estado, por tanto es necesario llevarlo consecutivamente a su pediatra encargado; especialmente si comienza a presentar síntomas contraproducentes como este tipo de conjuntivitis.
Si bien es cierto, los métodos medicinales caseros dan resultados; pero siempre es necesaria la opinión y ayuda del médico, sobre todo en estos casos en donde está en juego la vista del bebé. De no tratarse bien la infección esta terminaría obstruyendo el lagrimal del niño.
Por tanto, si lo que deseas es evitar cualquier tipo de consecuencias; lo ideal es que se ponga en un tratamiento temprano y pueda contrarrestarse rápidamente la conjuntivitis.