Lagartija carpetana

La lagartija carpetana (Iberolacerta cyreni) es una especie de lagartija de la familia Lacertidae endémica del Sistema Central, España.

Características

La Lagartija carpetana es una lagartija de mediano tamaño con miembros relativamente robustos. La cola es larga, prácticamente dos veces la longitud cabeza-cuerpo, presentando una sucesión de anillos anchos y estrechos. Tiene una cabeza grande y algo aplastada, bien definida. Las escamas dorsales son algo mayores que las costales y el cuerpo es largo y aplanado. Presenta un collar liso. Los machos pueden superar los 8 cm de longitud cabeza-cuerpo (aunque lo normal es que no pasen de 7’5 cm), mientras que las hembras pueden llegar a los 9 cm. En los machos el tamaño de la cola es mayor llegando hasta los 13,5 cm siendo el tamaño máximo de la cola para las hembras de 12 cm. Los ejemplares más grandes pueden pesar hasta 10g.

La tonalidad del dorso de la lagartija carpetana puede variar entre el marrón pardusco de las hembras y ejemplares jóvenes hasta el verde brillante de los machos en celo. Además poseen un reticulado negro muy irregular, que se hace más tupido en los flancos llegando a parecer incluso una banda negruzca. Posee ocelos azulados en los costados que se extienden en los machos, a la región axilar. Algunas hembras preñadas desarrollan estos ocelos aunque algo más claros.

El vientre de la lagartija carpetana varía entre el azul claro al blanco. Y no presentan moteado en la garganta.
Las diferencias entre sexos son bien apreciables, ya que los machos son mayores, más robustos y con la cola más larga, además, a excepción de los jóvenes, son de color verdoso. Las hembras son más pequeñas de longitud total, tienen el vientre más ancho y presentan un color pardo (aunque algunas hembras pueden ser algo verdosas).
Los recién nacidos miden entre 2 y 3 cm de longitud cabeza-cuerpo.

En los Montes de Valsaín se considera que vive la subespecie presente en el Guadarrama: Iberolacerta cyreni castiliana, mientras que existe otra subespecie nominal, presente en Gredos y Béjar.

Alimentación

La lagartija carpetana se alimenta fundamentalmente de insectos y otros artrópodos que caza tanto al acecho como con búsqueda activa.

Depredadores

Es depredada por algunas serpientes, y ocasionalmente por mamíferos y aves. Como táctica de escape utiliza carreras cortas para esconderse en refugios. Como último recurso defensivo presenta autotomía en la cola.

Hábitat

La lagartija carpetana es una especie ligada a roquedos de alta montaña y con adaptaciones morfologícas para moverse por las rocas y refugiarse en grietas. En Guadarrama, utiliza canchales de rocas grandes, con matorrales de piornos (Cytisus oromediterraneus) y enebre rastrero (Juniperus communis).

Distribución

La Lagartija carpetana es una lagartija de endemismo ibérico, se encuentra en el Sistema Central (Sierra de Guadarrama, Gredos y Sierra de Béjar). Las poblaciones del Sistema Central están aisladas en subpoblaciones. En Ávila las poblaciones de Gredos se encuentran aisladas de la mayor población en la Sierra de Bejar. En la siera de Guadarrama se localiza en las zonas más elevadas de la sierra, desde La Peñota, a través deCuerda Larga, hasta cerca del puerto de la Morcuera, y desde el puerto de Cotos hasta cerca de Somosierra. Ausente en la sierra de Ayllón.

Tiene un rango altitudinal entre los 1.600 y 2.000 msnm, alcanzando su mayor altitud en Peñalara con 2.340 metros.

Comportamiento

El periodo anual de actividad de la lagartija carpetana está generalmente limitado a unos pocos meses por habitar altas montañas. La actividad diaria es bimodal, pero con un periodo vespertino más reducido. Utiliza tanto la heliotermia como la tigmotermia como forma de adquisición de calor. En cuanto a la organización social, es una especie poligínica, los machos adultos defienden territorios y se mueven más para acceder a varias hembras. Existe un alto solapamiento entre dominios vitales y los enfrentamientos agonísticos son frecuentes. Los machos más jóvenes pueden adoptar una estrategia alternativa de satélite. Las marcas químicas dejadas por los machos en el sustrato pueden influir en el uso del espacio, y ser usadas por las hembras para elegir pareja.