La lagartija de Bocage (Podarcis bocagei) es una especie de reptil escamoso de la familia Lacertidae endémica del noroeste ibérico.
Características
La lagartija de Bocage pequeño tamaño, aunque ligeramente mayor que otras especies simpátricas o parapátricas del mismo género, P. hispanica y P. carbonelli, relativamente robusta y con el cuerpo no deprimido y el cráneo alto, en el que las órbitas oculares sobresalen poco por encima del píleo. Machos adultos con el dorso verde y los flancos pardos. Hembras adultas e inmaduros con el dorso y flancos pardos. Coloración ventral principalmente amarilla.
Dentro de la gran variabilidad de las lagartijas del género Podarcis, P. bocagei es relativamente homogénea dentro de su limitada área de distribución geográfica, mostrando únicamente ciertas variaciones menores de coloración. Ciertas poblaciones insulares pueden ser de mayor tamaño corporal, más robustas y con una pigmentación más intensa que las continentales, como la de las islas Sisargas, en la costa Coruñesa, o la de las islas Cortegada y Malveira Grande, en la costa de Pontevedra.
Alimentación
La lagartija de Bocage emplea la estrategia de búsqueda activa de las presas. Consume principalmente artrópodos que captura en el suelo, como arácnidos y pequeños coleópteros, evitando en general las presas voladoras y las de talla muy pequeña.
Depredadores
Esta lagartija es presa habitual de ofidios sauriófagos que comparten su área geográfica. También es presa frecuente del cernícalo común. Frente a sus depredadores, sus principales mecanismos de defensa son la huida y la autotomía caudal. La pigmentación verde de la cola de los juveniles durante sus primeros meses de vida es interpretada como un mecanismo antipredador.
Frente a sus depredadores, la lagartija de Bocage emplea sus principales mecanismos de defensa son la huida y la autotomía caudal. La pigmentación verde llamativa de la cola de los juveniles durante sus primeros meses de vida es interpretada como un mecanismo antipredador. La coloración llamativa atrae la atención del depredador hacia este apéndice autotómico.
Hábitat
La lagartija de Bocage se adaptada a ambientes moderadamente húmedos y frescos. En las zonas de clima atlántico puede ocupar una variedad de medios muy amplia, desde arenales y acantilados costeros hasta matorrales de media montaña, medios antropogénicos, claros y linderos de bosques, etc. En las zonas de clima mediterráneo se restringe a los fondos de valle, terrenos de vegas aluviales o bien a zonas elevadas de matorral de montaña.
Distribución
La lagartija de Bocage es una especie endémica de la Península Ibérica, restringida a su extremo noroccidental. En España se encuentra en la práctica totalidad de las cuatro provincias gallegas y en determinadas zonas de Zamora, León y Asturias. En Portugal se distribuye sobre todo al norte del río Duero, ocupando gran parte de Minho y Douro Litoral y algunas áreas montañosas de Tras-os-Montes.
Reproducción
El período de cortejos y apareamientos de la lagartija de Bocage suele tener lugar entre abril y principios de julio. Los machos en celo tienen el dorso de color verde intenso. Las hembras, en función principalmente de su tamaño, efectúan entre mayo y julio de 1 a 3 puestas anuales, compuestas cada una por 2-9 huevos (media de 4). Las eclosiones se producen entre julio y septiembre. La madurez sexual se alcanza, en ambos sexos, entre 1 y 2 años de edad.
Estado de conservación
Ciclo reproductor
El ciclo espermatogenético de la lagartija de Bocage corresponde al denominado «tipo mixto». Los machos muestran su volumen máximo durante diciembre-marzo, y decrecen de tamaño a lo largo de la segunda mitad de la primavera y el verano, durante el período de cortejos y apareamientos. La vitelogénesis de las hembras comienza a finales de marzo o en abril y se extiende hasta julio. Los cuerpos grasos abdominales de los machos son de pequeño tamaño durante el período de apareamientos, en primavera, mientras que los de las hembras disminuyen durante la vitelogénesis.
El máximo desarrollo de estos órganos se alcanza tras el verano, al inicio del otoño (septiembre-diciembre). No se ha observado una disminución significativa de las reservas lipídicas abdominales durante el invierno (noviembre-marzo), por lo que la grasa almacenada en estos órganos es destinada casi íntegramente a la reproducción.
Al igual que sucede en otras especies de lacértidos con puestas múltiples, la energía contenida en los cuerpos grasos de las hembras es utilizada en la vitelogénesis de la primera puesta anual, mientras que la energía destinada a puestas sucesivas es obtenida principalmente a partir del alimento consumido en esa temporada.
Características de las puestas
El número de huevos por puesta de la lagartija de Bocage oscila entre 2 y 7, aunque excepcionalmente puede alcanzar los 9 huevos en hembras adultas muy grandes. En una localidad de A Coruña, mediante el marcaje y recapturas de hembras adultas se ha podido conocer el número de puestas realizado en cada período reproductor. Únicamente el 8,5% de las hembras reproductoras (las de tamaño mayor) son capaces de realizar tres puestas consecutivas (con un intervalo de unos 30 días); el 52,1% realizan dos puestas y el 39,4% una sola puesta .
En general, sólo las hembras de mayor tamaño de la lagartija de Bocage pueden repetir tres veces la puesta, mientras que las hembras más jóvenes, en su año de adquisición de la madurez sexual, realizan sólo una.
Selección de los lugares de puesta
Las hembras de la lagartija de Bocage realizan una búsqueda activa de los lugares más adecuados para depositar las puestas, seleccionando preferentemente las zonas con pendientes del terreno acusadas (taludes; pendiente media: 44o), orientadas al sur, a una cierta altura sobre el nivel del suelo (altura media: 240 cm) y desprovistas de cobertura vegetal. Estos lugares son los que reciben una radiación solar máxima, debido a su orientación meridional y ausencia de cobertura vegetal y, por tanto, la temperatura del suelo alcanza unos valores más elevados. Por otro lado, la fuerte pendiente y la altura sobre el nivel del suelo hace que estos puntos sean también los mejor drenados. La profundidad media de los nidos observada fue de 6,6 cm (rango: 2-15 cm, n= 41), estando el 38% de las puestas situadas bajo una piedra. Los «nidos» consisten en una pequeña galería excavada por la hembra en el suelo o bajo una piedra, con una cámara al final más ancha donde son depositados los huevos, que no se encuentran completamente cubiertos de tierra, sino que aparece una pequeña cámara de aire.
Crecimiento y madurez sexual
Las tasas medias de crecimiento (en mm/día), estimadas de la lagartija de Bocage según datos de recapturas de una población marcada en A Coruña, son máximas en los juveniles durante su primer año de vida, y van disminuyendo con la edad del ejemplar. De esta manera, en estos juveniles en su primer año, las tasas medias de crecimiento son de 0,182 (machos) y 0,142 (hembras) mm/día; en los subadultos de un año de edad (segundo año calendario), son de 0,096 (machos) y 0,091 (hembras) mm/día; en los adultos jóvenes, de dos años de edad (tercer año calendario), son de 0,036 (machos) y 0,032 (hembras) mm/día. Finalmente, en los ejemplares más viejos, de tres o más años de vida, esta tasas son las más bajas, de 0,013 (machos) y 0,008 (hembras) mm/día.
Como se puede observar, en todas las clases de edad las tasas de crecimiento son mayores en machos que en hembras. Este hecho es consistente con las observaciones de que, tanto el tamaño medio, como el máximo y el de madurez sexual de los machos es mayor que el de las hembras de esta especie
Coloración
- La coloración ventral más típica en ambas sexos es amarilla con puntos negros en las escamas ventrales externas, casi siempre sin ninguna mácula azul (con la excepción de algunas poblaciones del extremo sur de Galicia y norte de Portugal, donde sí pueden aparecer individuos con máculas azules). También son frecuentes los machos de vientre anaranjado o rojodurante el invierno, o bien durante todo el año en algunas sierras del extremo occidental de la cordillera Cantábrica. En determinadas poblaciones de Ourense, León, Zamora, norte de Portugal y occidente de Asturias existen también machos de vientre blanco.
- La coloración dorsal de la lagartija de Bocage experimenta cambios estacionales, principalmente en los machos adultos, los cuales adquieren una pigmentación verde brillante en el dorso entre marzo y julio, período que coincide con los apareamientos y la conducta agresiva. Durante el resto del año esta coloración dorsal se vuelve pardo-verdosa o parda. Por el contrario, en la coloración ventral, de color amarillo, no se han detectado tendencias estacionales marcadas.
Los machos inmaduros tienen el dorso pardo. Con la maduración sexual, el dorso se vuelve verdoso y el vientre amarillo.
- Los neonatos poseen una coloración verdosa en la cola, que contrasta con el dorso pardo críptico. Esta coloración se ha interpretado como un mecanismo antipredador, al atraer la atención de los depredadores hacia este apéndice, que puede autotomizarse, en vez de hacia el cuerpo del animal.
La evolución de esta coloración caudal llamativa en los juveniles de Podarcis bocagei (y otras especies de Podarcis) se ve también favorecida por el desarrollo de otras características, como el comportamiento de agitar la cola ante la presencia de un depredador.
Comportamiento
Debido a las características templadas del clima atlántico predominante en gran parte del área geográfica ocupada por esta especie, puede permanecer activa la mayor parte del año, excepto en las regiones más continentalizadas o elevadas. En el norte de Portugal y en Galicia, su actividad anual se inicia en febrero-marzo y se prolonga hasta noviembre; sin embargo, si la temperatura no desciende por debajo de los 10o-12oC, se pueden encontrar ejemplares activos durante todo el año en estas zonas. En las zonas costeras de Galicia, el período anual de actividad, por lo tanto, es muy dilatado, observándose individuos activos durante todos los meses del año, aunque entre noviembre y enero-febrero (según años), la actividad es muy reducida, limitándose únicamente al asoleamiento cerca de los refugios invernales los días de climatología favorable. No se observaron diferencias significativas entre ambos sexos en la actividad desarrollada en los meses invernales, ni en el inicio de la actividad anual.
En los meses de actividad generalizada, entre febrero o marzo y octubre, se detectan dos períodos con un mayor número de observaciones de individuos activos: uno primaveral, en marzo-junio y otro otoñal en octubre. La proporción de adultos activos en relación al total de la población es máxima entre febrero y julio, con dos máximos correspondientes a marzo (inicio de la actividad generalizada) y junio (máxima actividad reproductora). El mínimo de adultos activos observados corresponde a octubre, mes en que es mayoritaria la presencia de juveniles del año .
Bibliografía
http://www.vertebradosibericos.org/reptiles/podboc.html
http://www.vertebradosibericos.org/reptiles/identificacion/podbocid.html
http://www.ecured.cu/index.php/Lagartija_de_Bocage
http://es.wikipedia.org/wiki/Podarcis_bocagei