Un estudio publicado en Science revela que cuando la hembra de la mosca Drosophila melanogaster ve una avispa en los alrededores, deposita sus huevos en alimento que contiene niveles tóxicos de alcohol, no soportados por el parásito, paraprevenir que su descendencia sea infectada. Este acto mediante el cual los individuos, en presencia de elementos patógenos, adoptan ciertos comportamientos para prevenir el contacto con ellos, es denominado por los investigadores «respuesta de comportamiento inmune». «Hay muchos ejemplos de este tipo de comportamiento en diferentes especies» explica Todd Schlenke, uno de los autores del artículo, en declaraciones a la agencia SINC. «Algunos ejemplos son los chimpancés, que comen ciertas plantas antibacterianas cuando tienen infecciones de estómago o las mariposas monarca, que ponen sus huevos en asclepias (una planta tóxica)», añade.
En sus experimentos con las moscas, los investigadores, de la Universidad de Emory (EE UU) colocaron dos platos de comida para la deposición de los huevos: uno con alcohol y otro sin él. En ausencia de avispas las hembras prefirieron para sus larvas el plato sin alcohol. Sin embargo, cuando veían avispas alrededor, la gran mayoría prefirió el plato con alto nivel de alcohol, asumiendo los perjuicios que este puede causar a sus larvas. Se aprovechan así de que, si bien la mosca de la fruta ha desarrollado una tolerancia al alcohol debido a que se alimenta de comida en descomposición, las avispas no toleran niveles altos de alcohol y no pueden infectar a las larvas situadas en estos platos.
El estudio también demuestra que las moscas son capaces de recordar la presencia de la avispa hasta cuatro días después de que esta haya desaparecido, periodo durante el cual continúan depositando sus huevos en el plato de comida con alto contenido alcohólico. Esto significa que las moscas almacenan la información de la presencia de la avispa en la memoria a largo plazo.
Por otra parte, los investigadores afirman que las moscas literalmente ven a las avispas, pero no solo eso, sino que son capaces de diferenciar unas especies de otras y los machos de las hembras. Cuando las moscas fueron expuestas a avispas hembra de familias parasíticas, depositaron sus larvas en el plato con alcohol, pero esto no ocurrió cuando las avispas eran machos –que no son parasíticos– o individuos de especies no parasíticas.
El reconocimiento de imágenes de forma innata es importante para la mayoría de los organismos, que necesitan ser capaces de reconocer depredadores, comida y a otros congéneres. “La mosca de la fruta, al ser un animal modelo de laboratorio, puede ser utilizada para entender cómo estas imágenes se generan y se guardan en el cerebro”, afirma Schlenke.
Fuente: Muyinteresante