Los animales con poco pelo en el cuerpo se refrescan cuando el sudor se evapora de su piel.
Para las especies con pelo largo, como los perros, sudar sería como ponerse un abrigo empapado. Por eso, los perros sacan la lengua y jadean para enfriarse.
Se necesita energía, en forma de calor corporal, para evaporar el líquido de la superficie de la piel o de la lengua, cuando el calor evapora la humedad de la superficie, la temperatura corporal baja y ayuda a refrigerar el cerebro.
Los científicos han descubierto que el termostato interno de los perros, el sistema termoregulatorio, reacciona al calor bombeando sangre caliente a la lengua, abriendo las glándulas salivales y provocando una respiración rápida y poco profunda.
A medida que el aire caliente fluye por la tráquea y la lengua, ayuda a evaporar la humedad, lo que elimina el calor de la sangre del perro.
La sangre circula por la nariz y la lengua y llega más fría al cerebro, lo que mantiene el órgano que regula el calor a una temperatura más baja que el resto del cuerpo.