Cuando los animales que tienen las mejillas rasgadas o incompletas (como por ejemplo, perros y gatos) quieren beber agua de una superficie plana no pueden cerrar los labios y succionar, como nosotros, sino que deben utilizar la lengua y la fuerza del interior de la boca para mover el agua (o cualquier otro liquido) en contra de la gravedad y atrapar el agua.
Los resultados de la investigación fueron presentados junto a un vídeo con imágenes a cámara lenta en las que se observa con detalle que la lengua del perro se curva por la parte posterior mientras se sumerge en el líquido y a continuación, se retira rápidamente hacia la boca. Durante esta retirada rápida, la lengua levanta una pequeña cantidad de agua que es cazada al vuelo por la boca del animal.
https://www.youtube.com/watch?v=owHa9yHEB2E