Tener que limpiar la bandeja higiénica de nuestro gato es quizá la tarea más tediosa a la hora de cuidar de nuestra mascota. Sin embargo, tanto para él como para nosotros, es de vital importancia hacerlo adecuadamente, por su salud y por evitar que la atmósfera de nuestro hogar se contamine con un olor que, obviamente, no deseamos.
¿Cómo debemos limpiar su arenero? Puede parecer sencillo, pero os damos algunos trucos para evitar catástrofes y llevar la tarea lo mejor posible:
1- Puede que quieras proteger tus manos contra posibles ‘accidentes de contacto’. Una buena idea es tener unosguantes de látex o de plástico para esta labor, aunque esto no exime el hecho de que después nos tengamos que lavar las manos concienzudamente.
2. Limpia bien toda la arena, lo ideal es que te ayudes con una pala de plástico (las venden especiales para quitar los excrementos). Si se queda arena pegada al fondo, podrás rascar bien con esta pala para evitar que queden residuos.
3. Vacía la tierra en una bolsa (cuidado que no tenga agujeros) y ciérrala rápidamente para minimizar los olores. Si la puedes sacar de tu casa de inmediato mejor, porque es una auténtica bomba fétida 😉
4. Al menos una vez al mes deberías limpiar la bandeja. si está muy sucia, puedes dejarla un ratito con agua caliente para no tener que rascar. Para que quede como nueva y sin olores, puedes emplear tanto lavavajillas como agua diluida con unas gotas de lejía. Evita utilizar lejía en exceso, amoniaco u otros productos químicos ya que pueden no gustarle a tu gato y que éste huya a hacer sus necesidades a otro lugar. El agua restante, tírala al WC, nunca la eches por el desagüe.
5. Seca bien la caja antes de poner la nueva tierra para que ésta no se humedezca. También puedes añadir un poquito de bicarbonato que te ayudará a mantener la tierra sin olores por más tiempo.
6. Quizá tras toda esta limpieza le quieras poner algo de literatura a tu gato para que se entretenga… jeje
Fuente: facilisimo.com