Este comportamiento en los roedores es un acto muy desagradable y para evitarlo deberemos tener en cuenta los factores que lo crean.
No es recomendable que las hembras menores de dos meses se críen y, en caso de que sea inevitable, se deberá prestar especial atención a su alimentación.
Tampoco deberemos intervenir en los momentos previos y posteriores al parto y la lactancia. El estrés ocasionado por la falta de espacio o comida puede provocar la intranquilidad de la hembra y, como consecuencia, el ataque a las camada.
Que la madre esté molesta y estresada es la principal causa del canibalismo. El lugar para la cría deberá ser tranquilo y adecuado.