La lactancia materna y otros factores influyen en el desarrollo del sistema inmunológico de un bebé y la susceptibilidad a las alergias y el asma mediante las bacterias que están en su intestino.
El estudio indica que «Desde hace años, siempre hemos pensado que un ambiente estéril no era bueno para los bebés. La exposición a microorganismos o bacterias en los primeros meses después del nacimiento en realidad ayudan a estimular el sistema inmunológico», dice un investigador.
Los investigadores encontraron que los patrones de microbioma intestinal de un bebé varían según la etnia de la madre, la edad gestacional de un bebé al nacer, la exposición prenatal y postnatal al humo de tabaco, la cesárea frente al parto natural y la presencia de animales domésticos en el hogar.
La exposición a perros o gatos durante el primer año de vida de un bebé reduce el riesgo de alergias. «La investigación nos está diciendo que la exposición a una carga mayor y más diversa de bacterias ambientales y patrones específicos de bacterias intestinales parecen impulsar la protección del sistema inmune contra las alergias y el asma», dicen los doctores.