Sí sí, has leído bien, los perros también pueden padecer estrés o ansiedad. Aunque nosotros no nos demos cuenta, nuestro perro pasa por situaciones que alteran su comportamiento a lo largo de su vida. El estrés causa diferentes efectos en el cuerpo de nuestra mascota, como el debilitamiento del sistema inmunitario, aumento de frecuencia cardíaca, incluso mayores niveles de hormonas sexuales. Si el perro está continuamente estresado puede derivar en problemas de conducta o que se vuelva hiperactivo.
Es mucha la gente que piensa que el perro necesita hacer mucho ejercicio y en parte es cierto, pero a veces, somos nosotros mismos los que le provocamos situaciones de estrés al jugar con ellos sin ser conscientes de ello. Por ejemplo, lanzar una pelota repetidamente puede aumentar el estrés del perro, ya que le excita demasiado. Aunque, no a todos los perros le pasa esto. Una manera de reducir esta situación es jugar al escondite con la pelota en vez de lanzarla. También depende un poco del adiestramiento y educación que hemos ido dando a nuestro can a lo largo de su vida.
Son muchas las causas que pueden provocar ansiedad o estrés en nuestro perro, a continuación te contamos algunas.
Miedo a los cohetes y petardos
Es muy habitual que los perros tengan miedo a estos ruidos y es que según algunos expertos, se trata de uno de los estímulos que más ansiedad puede crear en nuestra mascota. Esto es debido a que no asocian el estruendo producido a algo conocido y creen que algo va mal y que no van a saber controlar la situación. Este es el motivo por el que muchos perros salen corriendo al oírlo y la propia situación de pánico les desorienta.
La manera más fácil de que no sienta tanto miedo antes estos sonidos, es ir exponiéndole gradualmente a ruidos más altos de lo normal desde cachorros, así se acostumbrarán poco a poco.
Viajes en coche
Otra situación muy habitual es que nuestro perro se ponga más nervioso de lo normal al montar en el coche y sobre todo si nota que es por un tiempo relativamente largo. Esto también puede suceder cuando viaje en otros transportes como aviones o trenes. Lo normal es que tengan miedo porque lo asocian a algo que no les gusta como ir al veterinario o debido a la situación de excitacioń que sienten pueden marearse y vomitar. En el caso de los aviones y los trenes, donde el perro tendrá que viajar sólo, ésto se puede agravar al no ver a su dueño cerca.
Para solucionar esta situación podemos intentar que el viaje se le haga más ameno y lo intente asociar a cosas positivas. Es una buena idea llevar con él alguno de sus juguetes preferidos, así estará distraído. En el caso de los mareos, podemos acudir al veterinario para que nos recete algún medicamento para evitarlo.
Miedo a quedarse solo
Esta situación también es muy habitual. El simple de hecho de que salgamos a hacer la compra, nuestro perro lo puede interpretar como que le dejamos solo o abandonado y su nivel de excitación aumenta porque cree que no volveremos a por él. Esto se da sobre todo en perros que han sido abandonados alguna vez y temen que la situación se repita. Puede llegar a alterar el comportamiento del perro cuando está solo y destrozar cosas de la casa.
La solución cuando son cachorros es enseñarles poco a poco a estar un rato solos, además le daremos juguetes para que juegue y no se aburra, ya que un perro aburrido, y más si es un cachorro, puede resultar muy destructivo. En el caso de que sea un perro adulto será necesario acudir a un educador canino para que nos de unas pautas de actuación frente a estas situaciones.
Fuente: facilisimo.com