Cuando se espera un nuevo miembro en la familia, es normal estar preocupado. Pero tomando algunas precauciones, se puede disfrutar de una experiencia extraordinaria.
Hasta la llegada del bebe disponemos de varios meses para prepararnos, nosotros y nuestro perro, para su llegada.
Si hemos decidido que algunas normas serán diferentes cuando tengamos al bebé, lo mejor es empezar a hacer los cambios lo antes posible.
Tan pronto como nazca el bebé, es recomendable pedirle a alguien,de confianza para el perro, que lleve a casa ropa usada con el nuevo olor.
Al volver del hospital, habrá que hacer la presentación “oficial”, lo que llevaremos a cabo con calma. Lo podemos hacer acercando al perro el niño en brazos o dejando al bebé en el suelo. El perro le olerá y le integrará como parte del grupo. Después iremos enseñando al perro las nuevas rutinas de la familia en cuanto a las comidas, los paseos, etc., nunca se dejará al bebé a solas con el perro sin vigilancia.