La mayoría de los propietarias de perros no suelen tener un buen control sobre sus mascotas. Algunos factores que influyen sobre eso es:
- el desconocimiento del uso de la correa
- La necesidad de tratar a nuestro perro como si fuera nuestro hijo, como si fuera un ser humano (algo insano para él).
Está claro que nuestro perro es uno más de la familia, pero eso también implica saber educar y tratar a nuestra mascota de manera correcta. Para ser felices ellos no necesitan un amo, un amigo, un jefe, un padre o una madre, sino un líder.
Siguiendo estos cuatro sencillos pasos podrás convertirte en el líder ideal:
1. Controlar las emociones. Un líder es alguien tranquilo y sereno (no chilla, no es agresivo, da ejemplo, se comunica) y permite la comunicación con otros individuos. Un líder juega y lidera el juego(sabe cómo ser firme y flexible a la vez). Proyectar emociones excesivas, tanto violentas como exageradamente cariñosas, hará que nuestra mascota nos vea débil, y alguien débil no es un líder.
2. Saber cómo pasearle con la correa. Es algo clave para conseguir hacernos su líder. Si ponemos demasiada tensión en la correa, empezamos una lucha para comprobar quién tira más. Sólo hace que creemos una lucha que nos lleva a un estado de ansiedad y pérdida de control de la situación. Tenemos que aprender a ir tranquilamente, igual suelto que agarrado, a nuestro lado y tener el control de la situación a todas horas. Por ello, tenemos que educar al perro y más en cosas tan básicas y importantes como esta. La correa debe ser un instrumento de comunicación y unión con nuestro animal, no un seguro o instrumento de contención.
3. Ejercicio físico y juego. Lo más importante es que el perro gaste su energía y que tu seas partícipe de ese hecho. Eso se consigue en el juego, y no en algo negativo como que nuestro perro se escape o deje de hacernos caso porque nosotros no dedicamos el tiempo suficiente en su diversión. La relación tiene que ser divertida. Tenemos que jugar con nuestro amigo, pero sobre todo a juegos que le permitan a él ser el protagonista. La bicicleta, los patines, salir a correr con él, dar largos paseos etc, son buenas actividades físicas que nos unirán con nuestros perros y nos harán más líderes ante sus ojos.
4. Actitud en casa. En casa, el perro tienen que tener marcados una serie de espacios y actitudes que permitan saber que tú (como líder) te reservas un espacio para ti. Por eso hay que evitar costumbres como subirse al sofá, a nuestra cama, tener la comida en la cocina, dejarle entrar antes que tú por la puerta de la casa, etc.El perro siempre debe de comer después que tu. Haciendo estas cosas, tu perro empezará a entender que tú eres el líder de la manada.