La filiaria, se trata de una enfermedad producida por la Dirofilaria inmiti, también conocida como «gusano del corazón» .
Se transmite por medio de un mosquito que, al alimentarse de un animal enfermo, ingiere las microfilarias (fases larvarias del parásito) y en pocos días puede introducirlas en la corriente sanguínea de otro perro al que pique.
Es entonces, cuando las larvas se desarrollan bajo la piel del perro y viajan por las venas hasta al corazón, donde se convierten en gusanos adultos que pueden llegar a medir hasta 30 centímetros.
Este parásito no puede transmitirse al ser humano. El diagnóstico de esta enfermedad a menudo resulta difícil de detectar.
El tratamiento consiste en matar las microfilarias y los gusanos adultos. Para ello primero se realizan pruebas sanguíneas, radiografías y ecocardiografías.
Cuanto antes se comience a aplicar el tratamiento veterinario mucho mejor. Y es que el riesgo para el animal aumenta de manera considerable, si el diagnóstico y el tratamiento son tardíos.
La filaria suele darse con mayor frecuencia en lugares con playa y mar