El invierno es la época del año que más enfermedades provoca tanto en personas como en animales, y en este caso me gustaría centrarme en las que pueden padecer los perros, que pueden ser unas cuantas. Las bajas temperaturas que hay durante el invierno sin duda pasan factura a los canes, especialmente a los de mayor edad, a los cachorros y a los que tienen alguna enfermedad crónica.
El aparato respiratorio del perro sufre muchísimo cuando hace mucho frío, al igual que sucede con las personas. Es entonces cuando aparecen mucosidades, inflamaciones en la garganta, malestar general o fiebre, y que en muchos casos pueden ser un preludio de una enfermedad más grave que conviene detectar y tratar a tiempo para que no tenga muchas consecuencias en nuestra mascota.
Faringitis
Está causada por una infección vírica que puede llegar simplemente por coger algo de frío, pero también por estrés o por alguna herida que esté infectando la garganta al masticar huesos o palos. Para tratarla se suelen necesitar antibióticos, si el origen es una infección bateriana, o bien con analgésicos y antiinflamatorios si el origen es vírico. Llévalo al veterinario para un correcto tratamiento y nunca le des un medicamento para personas.
Laringitis
Está causada principalmente por cambios bruscos de temperatura o por heridas en la garganta, siendo una de las enfermedades más comunes en esta época del año. El veterinario le pondrá el tratamiento adecuado en función de la gravedad.
Bronquitis
Es más grave que las dos anteriores ya que se localiza en los pulmones, siendo una inflamación en los bronquios que requiere un tratamiento para tu perro con antiinflamatorios y antibióticos.
Pulmonía
Se da cuando el perro se ha enfriado demasiado y requiere ser tratada con antibióticos, siendo muy propensos los canes que tienen afecciones pulmonares como el asma. Puede ser más grave en el caso de perros que están expuestos a una gran contaminación atmosférica en entornos urbanos.
Tos perrera
Viene a ser comparable a un catarro humano y suele darse muchísimo durante todo el invierno, ya que el frío hace que el funcionamiento del sistema inmunológico del perro sea más lento, por lo que es más vulnerable. Es una enfermedad muy contagiosa entre perros ya que se trasmite a través del aire cuando el can tose, siendo lo mejor ponerle la pertinente vacuna para evitar el contagio.
Fuente: animalmascota.com