Alguna vez en nuestra vida hemos tenido que pasar por la desagradable situación de tener que someter a quimioterapia a nuestro perro o tenemos algún amigo que ha pasado por esto. Cuando nos dan la triste noticia de que nuestro perro está enfermo de cáncer son muchas las dudas que nos asaltan y la cantidad de información que nos proporcionan nos llega a bloquear. En este reportaje aclararemos las principales dudas que surgen y para qué casos está orientados.
La quimioterapia es un tratamiento paliativo para tratar tumores y puede estar acompañada de alguna intervención quirúrgica, en aquellos casos en los que dicho tumor esté muy localizado. Es un método más agresivo en las personas que en los perros, por lo que los efectos secundarios son más leves y están más controlados por los veterinarios. No pretenden alargar la vida, sino mejorarla el mayor tiempo posible.
Tipos de cáncer para la quimioterapia
No se puede predecir con exactitud el tiempo de vida de un perro una vez sometido a la quimioterapia, aunque se cree que está entorno al año o año y medio.
Este tipo de tratamiento, habitualmente, está indicado para dos tipos de cáncer: el linfosarcoma o tumor de las células llamadas linfocitos y el mastocitoma o tumor de las células denominadas mastocitos. Dentro de estos dos tipos de tumores, también se debe tener en cuenta el estado en el que se encuentran dentro del cuerpo, ya que no siempre es aconsejable su aplicación.
Por un lado está destinado a los tumores que afectan a todo el cuerpo del perro, ya que sería imposible operarlo al estar tan extendido. En los tumores localizados, el veterinario primero operará y después administrará la quimioterapia para retrasar la aparición de esas células.
En aquellos tumores que sean de gran tamaño pero que no hayan llegado a extenderse mucho por el cuerpo, primero se adminitrará la quimioterapia para reducir sus dimensiones y luego se procederá a operarlo para extraerlo.
En la actualidad, más del 80% de los casos responden positivamente al tratamiento.
Efectos secundarios
Normalmente, como en los perros es un tratamiento menos agresivo, solo un 5% de los animales sufren efectos secundarios graves. La intensidad de los efectos secundarios dependerá de la dosis utilizada. En veterinaria se intentan dar dosis que sean efectivas para tumor pero a la vez que tenga una calidad de vida considerable.
En general los beneficios del tratamiento son superiores a los efectos secundarios que pueden aparecer.
Estos efectos pueden ser:
- Bajada de defensas: lo que aumentará el riesgo de que el perro contraiga infecciones.
- Alteraciones digestivas: tales como falta de apetito, vómitos y diarreas.
- Caída del pelo: es poco habitual que ocurra esto en los perros, pero lo que si puedes notar es que en algunas zonas de su cuerpo el pelo cambia de color o es más débil.
Fuente: facilisimo.com