Respuesta a esta inquietud según estudios realizados:
Se comprobó que los perros son sensibles al campo electromagnético de la tierra, “ellos prefieren hacer sus necesidades con el cuerpo alineado bajo el eje norte-sur, en tranquilas condiciones del campo electromagnético”, porque al parecer, los perros se confundirían si este campo está inestable.
Los investigadores también concluyeron que la sensibilidad al magnetismo terrestre, se puede medir en los mamíferos. Gracias a esta revelación de los perros, se “abren nuevos horizontes en la investigación de la magneto-recepción”.