¿Por qué nos quieren nuestros perros?, ¿por qué parecen querer a unas personas más que a otras ? ¿por qué hacen más caso a unos que a otros?
Cuando nuestro perro hace algo bien, debemos premiarle para reforzar que vuelva a repetir ese comportamiento. Si no hay buen conducta no hay que premiarle.Este es un tipo de adiestramiento puro, limpio, propio de un profesor o adiestrador.
Fórmula del Adiestrador:
Si hay Comportamiento: Hay Refuerzo (premio)
Si no hay Comportamiento: No hay Refuerzo
En casa se producen algunos “errores” ya sean conscientes o no, que desequilibran el esquema anterior. Algunas veces se “nos caen” trocitos de comida, le regalamos una caricia porque sí, o premiamos jugando con él, aunque el perro no haya hecho “nada”. Y otras veces, nuestro perro realiza comportamientos que normalmente premiamos y por falta de atención no le reforzamos. En estos casos, estamos “mal educando” a nuestro perro, premiando sin objetivo o castigando sin motivo.
Fórmula de los Errores:
Si hay Comportamiento: No hay Refuerzo
Si no hay Comportamiento: Hay Refuerzo
La fórmula
Se puede definir la fórmula del afecto o del vínculo que creamos con nuestra mascota según los siguientes porcentajes:
70% Adiestrador + 30% Errores = Vínculo afectivo
Lo mejor de esta fórmula es que de forma inconsciente, casi todos la llevamos a la práctica sin demasiado esfuerzo. Digo “casi todos” porque si esto fuera realmente así con todo el mundo, no habría perros desequilibrados ni con problemas.