El abejaruco común es un ave bellísina e inconfundible, gracias a su cabeza canela, su pecho azul, su vientre verdoso, su cuello amarillo y la lista negra que adorna su ojo, además de su pico típico de insectívoro. Suele vérseles por parejas, posadas en los cables telefónicos a principios de la primavera, vigilantes en busca de presas.
Características
Se caracteriza por la policromía de su plumaje. Mide entre 25 y 29 cm de largo,y una envergadura alar de entre 36 y 40 cm. Pesa entre 50 y 70 gr.
Ave inconfundible por la multitud de colores que presenta: pecho azul, vientre verdoso, cabeza canela, cuello amarillo y la lista negra que adorna su ojo, pico típico de insectívoro, largo, fino y algo curvo.
En el año 1890 el naturalista Edward Wright realizó un estudio sobre la coloración de esta ave, llegando a la conclusión de que todos los colores excepto el rojo estaban presentes en su plumaje, el rojo no estaba presente en su plumaje pero sí en el iris de los ojos de los ejemplares adultos.
Su voz es un «priurr» o un «riiuup«. Viven entre 5 y 10 años.
Alimentación
Posee un agudo sentido de la vista que le permite distinguir una abeja a aproximadamente veinte metros.[cita requerida] Suele escrudiñar los alrededores desde una atalaya sobre la que se posa en busca de insectos. Cuando divisa alguno que pasa cerca, se lanza sobre el y lo pinza con el pico.
Sus presas preferidas son sobre todo abejas, pero no le desagrada ningún otro insecto volador: mariposas, libélulas, tábanos, avispas yabejorros. A estos últimos, una vez pinzados con el pico, los mata y después los golpea hasta que el aguijón se desprende para poderlos engullir.
Hábitat
Vive en zonas semidesérticas, estepas, estepas con arbolados, en las que pueda encontrar grietas en suelos arcillosos y de aluviones. Se le suele ver en hábitats humanizados, urbanizaciones tranquilas y no muy densas, atraídos por las abejas que liban en los jardines.
Nidifica en los taludes del curso medio de los ríos de nuestra península.
Son principalmente aves de llanura o altiplanicie, aunque sus colonias de cría se extienden por toda la España seca. Necesita un suelo blando donde construir el túnel en el que nidifican.
Aunque parece que su número está creciendo en los últimos años y se señalan nuevas colonias en localidades donde antes sólo se aparecía de forma irregular, el paulatino descenso en las poblaciones de abejas supone un factor preocupante, no sólo por su labor polinizadora, sino también por la supervivencia de uno de sus más importantes depredadores, como es el caso del abejaruco.
Distribución
Es un ave migratoria que cría en Europa, el norte de África y el oeste de Asia y que se desplaza al África subsahariana en invierno. Está presente en la península ibérica en época estival, desde finales de marzo y hasta finales de septiembre. No está presente en alta montaña por encima de los 1.500 m .
Existen teorías de que es una especie de origen tropical, debido sobre todo a la variedad de colorido, puesto que las aves de las zonas templadas presentan coloraciones más discretas adaptadas a una función de camuflaje, con algunas excepciones como el martín pescador, la urraca o la oropéndola. Esto habría sido posible gracias a su facilidad para colonizar nuevos territorios como cortes en el terreno de vías ferroviarias, carreteras, autovías, etc.
Reproducción
Los abejarucos nidifican en colonias y también, aunque raramente, en solitario. Las colonias de cría se mantienen a lo largo de varios decenios, por lo que la desaparición de una de ellas puede causar estragos en la población.
La pareja excava un túnel de hasta 2 m de profundidad en terraplenes terrosos blandos. Este túnel desemboca en una cámara donde se encuentra el nido. El tubo es siempre recto y permite la visión del exterior desde la cámara. Está situado normalmente en paredes arcillosas verticales, pero también pueden encontrarse colonias en suelos planos o sólo ligeramente inclinados.
El nido consiste únicamente en la cámara vacía, sin otro material de construcción o forrado. Los excrementos de los polluelos no son evacuados, por lo que después del uso de varios años el nido se convierte en un montón pestilente de restos indigeribles de insectos.
La parte de la punta del pico que se le desgasta al abejaruco durante los trabajos de excavación vuelve a crecer posteriormente.
Los machos entran en celo en la primera mitad de mayo, empezando entonces a cortejar a la hembra llevándole insectos.
La puesta empieza a mediados de mayo. Tras una incubación que dura de 20 a 22 días, se abren los huevos. Aproximadamente a las tres semanas los jóvenes ya se apostan a la entrada del agujero para explorar el mundo exterior. Con unas cuatro semanas de vida emprenden el vuelo.
Bibliografía
http://www.faunaiberica.org/?page=abejaruco-comun
http://es.wikipedia.org/wiki/Merops_apiaster