La versatilidad y el espíritu inagotable del Pastor Catalán lo catapultan a los primeros lugares de las razas más completas que existen.
Cuidar rebaños es una de las funciones que mejor cumplen porque no sólo siguen órdenes de los pastores, sino que tienen un instinto desarrollado que le permite tomar decisiones acertadas para guiar al rebaño. Son además, ejemplares osados por lo que pueden ser usados como perros guardianes. A esos dotes se le suma su hermosa apariencia que da impresión de un ser bonachón que como mascota ama a su familia por sobre todas las cosas y las ve como su rebaño.
Características
La cabeza del Pastor Catalán es fuerte, convexa y de base amplia. Es proporcional al resto del cuerpo. Su cráneo es levemente largo, con una parte acentuada en el primer tercio y después aplanada. El resto, tiene forma una cresta.
El hocico de esta raza es corto y tiene forma de pirámide. Sus labios son voluminosos, recogidos y de corte recto. Tanto los labios como el paladar están pigmentados de negro.
Cuenta con dientes fuertes y con una mordida en tijera. Estos perros tienen ojos expresivos, de mirada vivaz de color ámbar oscuro.
Las orejas del Pastor Catalán tienen forma triangular, son finas y tienen acabado en punta.
El cuello de estos ejemplares se observa fuerte y musculoso. En lo que respecta a las extremidades, ambas son consistentes y derecha. El andar característico es calmado.
Su pelaje del Pastor Catalán es estirado, seco y largo en algunos ejemplares, en otros es liso. El subpelo es abundante y en la cabeza barba, bigote, tupé y sobrecejas. Esta raza se encuentra en color neula, terrizo o rojizo, gris, blanco y negro.
Los machos pueden medir entre 47 y 55 cm, mientras que las hembras miden de 43 al 53 cm.
Historia
A Europa llegaron perros asiáticos por medio de las invasiones Bárbaras, de ellos deciente el Pastor Catalán. Es familia del Pastor de Bergamasco o del Pastor de los Pirineos. En los valles catalanes existen evidencias de esta casta desde el siglo XVIII.
La Real Sociedad Canina de España reconoció esta raza en 1919. Con el paso del tiempo y la actividad turística en los Pirineos decayó la casta ante la presencia de perros foráneos con quienes comenzaron a cruzarse ante la posible pérdida de la pureza del Pastor Catalán en la década del 70 comenzó el restablecimiento del estilo puro. Actualmente tienen un número estable y está alcanzando notoriedad fuera de Cataluña
Alimentación
La alimentación recomendada para este tipo de razas es simple y en pequeñas cantidades. Lo importante es que sea balanceada y contenga todos los nutrientes necesarios para su completo desarrollo.
Comportamiento
La inteligencia es una de las características del Pastor Catalán, siempre dispuestos a aprender. El Pastor Catalán es muy trabajador, vivaz, intuitivo, su carácter es muy estable. Como perro de familia no se le puede forzar a aceptar a todo el mundo. Es un compañero fiel, protector de los suyos, receloso con personas extrañas. Adaptable a diferentes ambientes.
Cuidado y Enfermedades
Esta raza necesita actividad constante, así que debe salir a diario para quemar energías. Debe ser bañado al menos cada seis meses y para mantener su pelaje sano es imprescindible cepillarlo regularmente con peine de crin.
El Pastor Catalán es un perro que en líneas generales goza de buena salud. Es conveniente revisar constantemente su piel porque al estar cubierta de un pelaje abundante y denso se pueden esconder heridas o desarrollar enfermedades cutáneas. También es conveniente chequear sus orejas porque pueden sufrir de otitis.